Funcionarios y jubilados, los más afectados
Tras intensas negociaciones con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Grecia ha cerrado un severo plan de austeridad para los próximos tres años. Un programa de ajuste fiscal con el que pretende evitar que el país entre en quiebra. Así lo reconoció el primer ministro, Giorgos Papandreou, quien pidió a sus compatriotas valentía para afrontar «sacrificios enormes, pero necesarios». La hoja de ruta pactada con la UE y el FMI pasa por un recorte adicional de gastos que rondará los 30.000 millones de euros, y que tendrá como mayores damnificados a funcionarios y pensionistas.
En detalle. La parte del león del ahorro griego (7.800 millones) vendrá del sector público. Los funcionarios perderán dos meses de sueldo (las pagas 13ª y 14ª), aunque los salarios inferiores a 3.000 euros anuales contarán con una prima de 1.000 euros. También se suprimen dos meses en las pensiones, tanto en las de funcionarios jubilados como en las privadas, con un apoyo de 800 euros para aquellos que reciban menos de 2.500 euros al año.
Las inversiones públicas se recortarán en 1.500 millones y el propio Estado se apretará el cinturón del gasto en otros 1.000 millones. Aunque sin dar más detalle, el Ejecutivo griego aseguró que se congelará el sueldo durante tres años. En el ámbito privado está previsto que se rebaje el coste de las horas extra.
El plan prevé también modificaciones de la ley laboral para facilitar los despidos y pasar a un sistema de libre competencia una serie de profesiones protegidas. Se reformarán las pensiones para postergar hasta los 65 años la edad legal de jubilación de las mujeres de aquí a 2013.