El Instituto de Empresa Familiar exige la expulsión de Díaz Ferrán de la Ceoe
La agrupación señaló que ha decidido reiterar su petición tras fracasar la solicitud que hizo personalmente su presidente, Simón Barceló, al patrón de los patrones
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Gerardo Díaz Ferrán, recibió ayer una nueva petición para que abandone su cargo. El Instituto de la Empresa Familiar le solicitó su renuncia dada la «compleja situación que atraviesan sus negocios». A su juicio, es imprescindible la dimisión del patrón de patronos para poder conseguir en el diálogo social (proceso de negociación entre el Gobierno, las patronales y los sindicatos) medidas que favorezcan el tejido productivo español, logros que con la presencia de Díaz Ferrán en el máximo sillón de Ceoe no se alcanzarán.
En un comunicado, la junta directiva del Instituto desveló ayer que el pasado 16 de marzo, el presidente de la agrupación, Simón Barceló, instó personalmente a Díaz Ferrán a su marcha de la cúpula de Ceoe. Ante el fracaso de la propuesta, el Instituto decidió reiterar su petición.
En paralelo a la propuesta del Instituto, crecen a cuentagotas las voces internas de Ceoe que reclaman la salida de Díaz Ferrán, según asistentes a la junta directiva correspondiente al mes de mayo. No obstante, el apoyo mayoritario de la Confederación a su presidente se mantiene, por lo que descarga, de momento, atender a quienes le critican.
En defensa. Sin embargo, fuentes próximas de la patronal aseguraron ayer nadie en la Ceoe ha pedido la dimisión de Díaz Ferrán. Así lo aseguraron fuentes próximas a la dirección de la patronal, que explicaron que Díaz Ferrán comentó con «transparencia» la situación de sus empresas y recordó a los empresarios el principal «origen» de las dificultades de sus empresas.
Con ese comentario, aunque sin mencionarlo, hacía alusión a las dificultades derivadas tras la actuación del Gobierno argentino en la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, que pertenecía al grupo Marsans.
El líder de la patronal admitió ante el resto de los empresarios que «lo mejor» sería que sus empresas no atravesarán esos problemas agravados con la crisis, al tiempo que dio la posibilidad a quien quisiera intervenir y añadir cualquier comentario.