Sin avances en la reforma laboral
Gobierno, sindicatos y empresarios mantuvieron ayer una reunión de la que no salió ningún acuerdo, mientras el Ejecutivo insiste en que hará todo lo posible para lograrlo
Las espadas siguen en todo lo alto en la reforma laboral. Sindicatos y patronal mantienen una distancia por ahora insalvable mientras el Gobierno trata de empujar a las partes a cerrar un acuerdo que contente a todos o, al menos, les moleste lo mínimo posible. Ayer, y tras un encuentro tripartito al más alto nivel, la posibilidad de un pacto seguía aún lejana. El ministro de Fomento, José Blanco, recordó que España necesita esa reforma -”reclamada por todos los organismos internacionales, Bruselas incluida-” y se comprometió a que el Gobierno «sudará la camiseta» en el empeño de cerrar el asunto por la vía del diálogo. Blanco, no obstante, también señaló que si los protagonistas de la negociación no son capaces de ponerse de acuerdo en un tiempo razonable al Ejecutivo no le temblará la mano a la hora de concretar esa reforma vía real decreto. «No vamos a abdicar de nuestra responsabilidad en este momento», dijo. Y explicó que el objetivo prioritario del equipo de Rodríguez Zapatero es la creación de empleo; lo que exige, afirmó, «adecuar el mercado de trabajo a las nuevas condiciones».
Según fuentes conocedoras de las conversaciones, el encuentro de ayer (protagonizado por Gerardo Díaz Ferrán, Cándido Méndez, Ignacio Fernández Toxo, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y el jefe de Gabinete de Moncloa, José Enrique Serrano) terminó como había empezado.