Corbacho admite que la propuesta de retrasar la jubilación es modificable
El ministro defiende que lo único irrenunciable es la naturaleza de la medida
El ministro Corbacho en el Pleno del Congreso tras plantear su propuesta sobre las pensiones.
La propuesta del Gobierno de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, aparcada durante meses, recupera actualidad a marchas forzadas. Para el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, es importante abordar la permanencia en el mercado de trabajo y sus incentivos, porque el envejecimiento de la población será una realidad a medio plazo. Pero lejos de mantener una postura rígida se mostró flexible. En su opinión, el proyecto puede variar «sin desnaturalizarse» en pro del entendimiento con los grupos políticos.
Recordó que la propuesta está recogida en un documento publicado a finales de enero del 2010 elaborado por el Gobierno a petición de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, encargada de velar por el futuro y la viabilidad del sistema público de pensiones. El texto tiene que ser discutido en ese foro y la respuesta cerrada en dos ó tres meses, pero «entiendo que ante el debate y el análisis el documento puede sufrir modificaciones», explicó Corbacho tras comparecer en la comisión. «Sin poner en valor la propuesta del Gobierno valoraremos más el consenso y el acuerdo que el mantenimiento ineludible de nuestro planteamiento, sin que esto signifique una renuncia», dijo.
El ministro intervino en el Parlamento con la intención de reforzar el Pacto de Toledo. Sin embargo, un obstáculo impidió que su propósito tuviera éxito. Los grupos no perdonan que el Gobierno adoptara de manera unilateral la congelación de las pensiones públicas en el 2011 así como la aplicación de golpe del endurecimiento del acceso a la jubilación parcial, paso diseñado en un principio y por consenso de manera progresiva.