Tres de cada cinco jubilados apoya que la vida laboral siga tras los 65 años
La mayoría de los ocho millones de mayores españoles asegura que tiene buena salud, que disfruta de una jubilación activa y que sólo cobra la pensión
Más activos, más saludables, más independientes, con casa en propiedad y respaldados por su entorno. Así son los mayores españoles en la segunda década del tercer milenio. Son casi ocho millones de ciudadanos que han superado la barrera de los 65 años -”el 16,7% de la población-” y reniegan del arquetipo de la jubilación pasiva.
Tres de cada cinco (60%) ven con buenos ojos la posibilidad de que se pueda seguir trabajando después de cumplir los 65 años. Ese mismo porcentaje asegura que tras la jubilación inician nuevas actividades (no laborales). Para la inmensa mayoría, la pensión es su principal fuente de ingresos.
Son algunos de los datos de la encuesta de personas mayores del Imserso -”base del futuro Libro blanco sobre el envejecimiento activo que se presenta en otoño-” realizada sobre una muestra de 2.500 entrevista a mayores de 65 años no dependientes.
Seis de cada diez encuestados aprueba que se permita extender la actividad laboral más allá de la edad de jubilación «lo que no quiere decir que quiera seguir trabajando después de esa edad», según precisó Francisco Moza, secretario general de política social y consumo. Un porcentaje que se eleva hasta el 65% cuando se pregunta por el trabajo tras los 65 a personas entre 55 y 64 años, según los datos de CIS.
1397124194 Vejez relativa. La vejez no es una cuestión estrictamente física para la mayoría de los encuestados, que cree que ser o no ser mayor no depende de la fecha de nacimiento. La postura mayoritaria es que se pude considerar mayor a una persona cuando ha cumplido los 70 años. Lo ratifica Luis Martín Pindado, 72 años, vicepresidente del Consejo Estatal de Mayores, que valora este cambio como «un gran logro social». El 57,5 % de los españoles con 65 años cumplidos son mujeres -“cuatro millones y medio-” frente a un 42,5 % de varones. El 28% de los mayores tiene más de 80 años.
Unos hombres y mujeres que son mucho más activos que las generaciones que les antecedieron en la jubilación. Seis de cada diez mayores aseguran haber iniciado nuevas actividades tras la jubilación. En el caso de los varones tienen más que ver con la actividad física, mientras que las mujeres optan por las actividades de carácter social y las manualidades.
Aún persiste un desequilibrio ya que ellas «siguen echándose la casa encima» en esta fase de sus vidas. El 16% de los jubilados vivió el fin de su vida laboral como «una liberación, frente al 12% que sintió «un vacío». La mayoría (55%) lo vive con naturalidad, «como una etapa más de la vida que no es un cambio radical.»