Las atrayentes comunidades virtuales se convierten en un gran negocio

«¿Qué haces metiendo 'pasta' en una página de contactos?»» le preguntaban los más incrédulos al hasta ahora presidente de la red social Tuenti, Bernardo Hernández, cuando decidió invertir en el proyecto. En cuatro años, esa humilde iniciativa ha cautivado a más de 8 millones de personas y, desde hace nueve meses, es la página web que más tráfico soporta en España, por encima de cualquier buscador o medios de comunicación.

Este veloz crecimiento y sus expectativas de futuro llevaron a que, hace unas semanas, Telefónica adquiriese el 85% de las acciones de la empresa por un precio de 75 millones de euros.

Pero las redes sociales no viven de permitir a sus usuarios colgar fotos, chatear o recuperar amistades ya olvidadas. Durante el 2009, los efectos de la crisis provocaron que la publicidad se viniera abajo un 20,9% en España, pero en los medios digitales aumentó casi cinco puntos, hasta alcanzar los 654,15 millones de euros.

Datos personales. A diferencia del resto de webs, las redes sociales cuentan con una cantidad ingente de datos particulares. Más de 800 millones de personas tienen su perfil colgado en estas plataformas, lo que permite conocer la localización geográfica, edad, tendencia sexual, gustos y aficiones de cada uno de ellos. Según el director de comunicación de Tuenti, Ícaro Moyano, esta concreción permite que «el disparo publicitario sea más certero». Los anuncios en internet se consideran incómodos, intrusivos y se limitan a ser visibles. Pero «las redes sociales están cambiando la publicidad tradicional a un modelo que tiene que ver más con la relación personal». Según datos de la propia empresa, los eventos patrocinados -como llaman a este tipo de campañas- consiguen una cantidad de clicks cuarenta veces mayor a los que consiguen los módulos de publicidad virtual más tradicionales.