Un rescate de 85.000 millones para salvar a Irlanda de la quiebra

Los términos del acuerdo ministerial sobre Irlanda definen una inyección de 85.000 millones, a un tipo de interés que será determinado la semana que viene, y que guardará relación con los tipos vigentes en el FMI. Según el comisario Rehn, «rondará el 6%».

De esa suma, 50.000 millones, será asignado a las autoridades públicas irlandesas y los 35.000 restantes irán a parar al sector financiero. 10.000 tendrán carácter de capitalización inmediata para dichos bancos, y los 25.000 restantes permanecerán a título de «reserva de contingencia». El sector financiero irlandés «recuperará la solvencia en el marco de una estructura más pequeña y robusta» que la actual, según Rehn.

Las aportaciones. Irlanda participará con 17.500 millones en el plan de rescate, según los datos aportados por el Consejo. El Reino Unido aportará 3.144, Dinamarca 392 y Suecia 599. La participación del Fondo Monetario Internacional ascenderá a 22.500 millones.

A cambio de este rescate, las autoridades irlandesas se han comprometido a un programa de reestructuración económica draconiano que implicará una consolidación fiscal de 15.000 millones hasta el 2014, 6.000 de ellos este año que viene. El objetivo es situar el déficit público en un 3% del PIB en el 2015, un año más tarde de lo que se había venido hablando hasta la fecha. El tipo del 12,5% del Impuesto de Sociedades no variará.

Una semana después de que Dublín reconociese que sus problemas presupuestarios y bancarios eran demasiado grandes para afrontarlos solo, el primer ministro, Brian Cowen, aseguró que el citado acuerdo «es el mejor trato posible para Irlanda».