MÁS PRESIÓN PARA LA POLÍTICA ECONÓMICA
Trichet considera "extremadamente importante" profundizar en la reforma laboral y de las pensiones
El presidente del BCE destaca que España evoluciona mejor de lo previsto. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, advierte de que si el Gobierno aumenta la edad de jubilación a los 67 años desatará l
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha afirmado que es " extremadamente importante " que España profundice en las reformas estructurales, sobre todo en dos, en la del mercado laboral y la de las pensiones.
" Profundizar en estas áreas es esencial para la prosperidad de la economía ", ha dicho Trichet, quien además ha añadido que es " importante " que los países de la zona euro cumplan con su compromiso de déficit, sobre todo este año y el que viene.
Trichet ha hecho esta consideración durante una comparecencia conjunta con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, organizada para dar a conocer las conclusiones del V Seminario de Alto Nivel del Eurosistema y los Bancos Centrales de América Latina que se celebra en Madrid. Trichet considera necesario cumplir con el objetivo de reducción del déficit público, y ha subrayado que España ha tomado medidas adecuadas. El responsable del BCE ha recordado que desde el principio de las turbulencias en agosto del 2007, el organismo ha insistido en el mensaje de que las distintas instituciones europeas y los gobiernos " tienen que asumir sus responsabilidades ".
ESPAÑA, "MEJOR DE LO PREVISTO"
El presidente del BCE ha señalado que hay "muchos" países europeos que están evolucionando mejor de lo previsto, y ha resaltado que entre ellos está España. Trichet recuerda que la economía española en los últimos años "iba zumbando", mientras que la alemana iba más despacio. Ahora "hay una contraposición, vuelta al equilibrio", ha dicho.
Mientras Trichet apoya el cambio del sistema de pensiones, los sindicatos mantienen una posición clara sobre la reforma a acometer. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha advertido de que aumentará la conflictividad y la crispación social si el Gobierno impone la edad de la jubilación a los 67 años, sobre todo cuando el sistema público de pensiones está "solvente y saneado". Así lo ha indicado Méndez en una conferencia de prensa, antes de participar en una asamblea de delegados sindicales. Está prevista una manifestación en Zaragoza el próximo día 18.
MOMENTO INADECUADO
Respecto de la reforma del sistema de pensiones y el retraso de la edad de la jubilación, el dirigente de UGT ha sido muy crítico y ha considerado que no es el momento de llevar a cabo esta reforma. En su opinión, se está utilizando "como coartada" lo que pueda ocurrir dentro de 50 años y se están poniendo "excusas de mal pagador", por lo que Méndez ha hecho una "advertencia muy seria" al Gobierno: si impone la edad de jubilación en los 67 años "la conflictividad" y "la crispación" irán en aumento en el país y está en manos del Ejecutivo "remediarlo".
Méndez ha apostado porque el aumento de la edad de jubilación se base en la voluntariedad y en los incentivos, tal y como ocurre en la actualidad, lo que ha permitido que la edad media en la que los ciudadanos dejan de trabajar pase de los 62 años de media en el 2008 a 63 años y siete meses en el 2010. Así, ha rechazado la "imposición" en este aspecto y también la posibilidad de que el Gobierno pretenda incrementar el sistema privado de pensiones, lo que "es poco riguroso", según Méndez, quien ha recordado que las políticas en materia de pensiones son nacionales, por lo que no se puede imponer nada desde Europa.
CAMBIO DE RUMBO
El líder de UGT ha insistido en que las medidas de ajuste de Zapatero son "un regalo" para las empresas y "un golpe muy duro" para los trabajadores, y ha puesto como ejemplo la eliminación de la prestación de los 426 euros a los parados que han agotado el subsidio por desempleo, lo que provocará que las personas sin protección se incrementen hasta los dos millones. Por ello, ha considerado necesario "un cambio de rumbo" de las políticas económicas, sociales y laborales del Gobierno, que no han hecho sino "deteriorar" el estado de bienestar y "retrasar la deseada recuperación de la economía", además de "proteger a los responsables de la crisis" y "cargar" a los trabajadores con los costes de esta.