Aena garantiza los puestos de trabajo y evita la huelga de Semana Santa
Los sindicatos llegan a un preacuerdo con el Gobierno tras 17 horas de negociación
No habrá huelga en los aeropuertos la próxima Semana Santa. Al menos esa es la voluntad expresada por los sindicatos CC.OO., UGT y USO, que ayer al filo de las seis de la madrugada suscribieron con la dirección de Aena un preacuerdo que, a falta de ser ratificado en referéndum por los empleados de la gestora de los aeródromos, ahuyenta la perspectiva de un conflicto que amenazaba con paralizar a las terminales en las próximas vacaciones de abril y en las fechas claves para el turismo del próximo verano.
Respira el Gobierno, que quería evitar a toda costa otro caos como el provocado en diciembre por los controladores; respira el sector turístico, que temía una hecatombe de cancelaciones masivas y respiran los ciudadanos que pensaban volar en esas fechas. Al amanecer, después de más de 17 horas de negociaciones intensas, que estuvieron a punto de romperse al filo de las cuatro de la madrugada, las partes llegaron a un preacuerdo que recoge la práctica totalidad de las demandas planteadas por los sindicatos en lo que se refiere al terreno laboral.
Porque en el ámbito estrictamente empresarial CC.OO., UGT y USO (que representan al 85% de la plantilla de Aena) mantienen intacto su rechazo frontal al plan del Gobierno de privatizar el 49% de la compañía. «Error», «dislate» y «disparate» son sólo algunos de los términos utilizados por las centrales para calificar la decisión gubernamental. Pero en lo que afecta a los puestos de trabajo, el Gobierno ha cedido a todas las demandas sindicales con tal de evitar la huelga en Semana Santa. El acuerdo garantiza los puestos de trabajo de los empleados de Aena, Aena Aeropuertos S.A. (la sociedad mercantil creada por el Ejecutivo como primer paso para privatizar el 49% del ente público), las empresas filiales que puedan constituirse en el futuro y las concesionarias que se harán cargo de la gestión de los dos principales aeródromos de la red, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.
El futuro de los 2.800 empleados que pasarán a depender de las concesionarias se había convertido en el principal escollo en la negociación. La solución pactada permite a estos trabajadores mantener su actual estatus, y además les blinda ante cualquier tentación de sus nuevos patronos de ajustar plantillas. Según un comunicado del Ministerio de Fomento, el acuerdo fija un número mínimo de empleados para cada aeropuerto concesionado.