El Gobierno asegura que las nuevas reformas no implicarán más recortes
Zapatero presentará hoy al Consejo Europeo sus planes para cumplir el Pacto del Euro
Zapatero conversa con su homólogo francés, Sarkozy, al inicio del Consejo Europeo.
El Gobierno español garantizó ayer que las nuevas reformas que ha diseñado para cumplir el Pacto del Euro no implicarán más recortes ni subidas de impuestos. Fuentes del Gobierno español hicieron esta puntualización durante la primera sesión de la cumbre europea celebrada en Bruselas, que se centró en la crisis política y económica de Portugal.
Será previsiblemente hoy cuando Zapatero presente a sus socios europeos las medidas que ha preparado para garantizar que España cumplirá con el Pacto del Euro, un plan que quedará plasmado por escrito al final del Consejo.
Según avanzó el Gobierno, la propuesta incluirá una docena de medidas, algunas de ellas ya aprobadas y puestas en marcha y otras de carácter más novedoso. Es en relación con estas últimas que las fuentes de la delegación que acompaña a Zapatero en Bruselas han destacado que no llevarán aparejados nuevos recortes o cargas impositivas.
El paquete de iniciativas incluirá un plan para luchar contra la economía sumergida, propuestas para garantizar de forma estricta la estabilidad presupuestaria y proyectos como la Ley de servicios profesionales.
El jefe del Ejecutivo español no ha llevado finalmente a la cumbre la reforma de la negociación colectiva, pero las fuentes han restado importancia a este retraso al recordar que los sindicatos ven posible el acuerdo para mediados de abril.
Entre las medidas ya en marcha, Zapatero ha incluido en ese programa la reforma laboral, de las políticas activas de empleo y del sistema de pensiones y la reestructuración del sistema financiero.
Zapatero saludó a su llegada a la sede del Consejo al dimisionario primer ministro de Portugal, José Sócrates, con quien mantuvo varias conversaciones en los últimos días ante el esperado rechazo del Parlamento luso a su programa de recortes y con quien también habló sobre las consecuencias de su renuncia. España, han destacado desde el Gobierno, no va a inmiscuirse en la vida política y económica del país vecino, pero dejará claro que apoyará cualquier propuesta que ponga Portugal sobre la mesa para salir de la difícil situación que atraviesa. «Hay que dar estabilidad al conjunto de la zona euro; aunque Portugal sea un país pequeño, es una parte importante y las instituciones europeas deben apoyarle en todo lo posible», han insistido las fuentes.
El Gobierno español ha tenido ocasión de seguir desde Bruselas la evolución de los mercados el día después de la crisis portuguesa y ha respirado con tranquilidad al comprobar que la Bolsa subía un 1,11 por ciento y que la prima de riesgo de la deuda se mantenía por debajo de los 200 puntos. Un sosiego que tampoco se ha visto afectado por la rebaja llevada a cabo por la agencia de calificación Moody-™s a treinta entidades financieras españolas.