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El precio del paraíso fiscal

Estas jurisdicciones existen y su listado es extenso, pero disfrutar de sus ventajas sólo está al alcance de las personas o empresas que gozan de mayor nivel de riqueza

Publicado por
césar calvar | madrid
León

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Los paraísos existen y su listado es extenso, pero disfrutar de sus parabienes sólo está al alcance de las personas o empresas que gozan de mayor nivel de riqueza. Los paraísos fiscales, jurisdicciones especiales ubicadas ya en territorio continental ya en islas lejanas y exóticas, ofrecen a las mayores fortunas del mundo condiciones favorables para atraer su capital. Ventajas como el secreto bancario, un tipo impositivo muy bajo o inexistente para los no residentes, la ausencia de cooperación con las autoridades de otras jurisdicciones y una desregulación general que posibilita que el dinero fluya con rapidez y escape al -˜engorroso-™ control de las haciendas públicas de los estados tradicionales.

La evasión fiscal y la fuga ilícita de capitales son un problema que pasa factura a la economía global, como quedó patente en el inicio de esta crisis y en las sucesivas cumbres del G-20, que han debatido fórmulas para atajarlas. Es muy difícil calcular la cantidad de dinero que mueven las jurisdicciones no cooperativas, las preferidas por algunas multinacionales, bancos e incluso redes criminales y grupos terroristas para amasar o blanquear sus ganancias.

Cifras. Tax Justice Network, una coalición de ONG dedicada a promover la transparencia fiscal, sostiene que un tercio los activos globales y más de la mitad del comercio mundial pasa por paraísos fiscales. Estima que el importe total de los fondos depositados en jurisdicciones secretas es de 11,5 billones de dólares, lo que provoca a los estados una pérdida de ingresos fiscales sobre la renta de dichos activos de unos 250.000 millones de dólares.

Eso es cinco veces más de lo que el Banco Mundial estimó en el 2002 que necesita la ONU para implementar los Objetivos del Milenio y reducir a la mitad la pobreza del planeta. Ese capital también bastaría para sufragar el coste de transformar las infraestructuras energéticas del mundo para hacer frente al cambio climático.

El número de paraísos fiscales se ha triplicado en las últimas décadas y ha pasado de 25 en los años setenta a unos 72 en la actualidad, según explica el investigador José Luis Escario, coordinador del área Unión Europea de la Fundación Alternativas, en su estudio La lucha contra los paraísos fiscales y la evasión. Avances desde la cumbre del G-20 de Londres y próximos desafíos . El trabajo, un informe pormenorizado sobre este fenómeno que verá la luz en forma de libro el próximo 19 de mayo, detalla cómo la mayoría de estos territorios están interrelacionados con los principales centros financieros mundiales, lo que ha ayudado a agrandar la crisis y a debilitar a algunos estados. «La intencionadamente laxa regulación en los paraísos fiscales ha facilitado la expansión mundial de productos financieros de alto riesgo y ha vuelto muy difícil calcular la salud de las instituciones financieras con actividades y activos en estos territorios», señala Escario.