Pequeños y transparentes
Un problema de la salida de los -˜pequeños-™ a Bolsa es la escasa o nula atención que los analistas prestan a la evolución de estas compañías. Las limitaciones del marco nacional se han intentado solventar con la propuesta de plataformas de negociación de carácter paneuropeo para valores de pequeña y mediana capitalización. Pero aún nadie ha previsto su desarrollo.
Las pymes acuden a los mercados alternativos, por otra parte, porque les plantean requisitos de transparencia más holgados, lo que abarata los costes. En el ámbito europeo se debate ahora si convendría extender ese menor rigor a los mercados regulados, es decir, a las Bolsas, para abrir un cauce más amplio. El supervisor español recela un poco de esta apertura. Cualquier medida en este sentido debe dejar muy clara la calidad de la información que se ofrece, con el fin de no generar confusión a los inversores, y de que no sufra la reputación del conjunto del mercado.
1397124194 Soluciones. ¿Qué hacer para facilitar el acceso de las pymes al mercado?. Tras analizar dos de las fórmulas más extendidas, las ayudas a las empresas para sufragar los gastos, o la desgravación a los inversores, la CNMV se decanta por la primera, por considerarla menos distorsionadora en el uso de los recursos públicos. Al supervisor le inquieta que los subsidios a los inversores puedan anteponer criterios de territorialidad frente a la eficiencia económica.
En España, la administración central y algunas comunidades autónomas ya han puesto en marcha mecanismos que responden a uno u otro modelo. La Empresa Nacional de Innovación (Enisa), adscrita al Ministerio de Industria, otorga préstamos a dos años, de hasta 1,5 millones de euros, sin intereses ni comisiones, para financiar los estudios de viabilidad o los gastos asociados a la salida a cotizar en el MAB. También las comunidades de Madrid, Galicia y Murcia han establecido ayudas de este tipo.
Para ampliar la base inversora de las pymes, Francia, y sobre todo el Reino Unido, ofrecen beneficios fiscales a los ahorradores finales.