El gobernador del banco central de Israel irrumpe en la carrera por el FMI
El gobernador del banco central de Israel, Stanley Fischer, que el sábado anunció su candidatura al puesto de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), es uno de los hombres más populares del país. Sus compatriotas le atribuyen el éxito de la economía israelí, que supo capear la crisis financiera internacional sin sufrir mayores daños.
Fischer sorprendió el sábado al anunciar en el último minuto su candidatura para sustituir al francés Dominique Strauss-Kahn, quien renunció tras ser acusado de violación por una empleada de un hotel de Nueva York. A los 67 años, este antiguo directivo del FMI podría imponerse a sus rivales, la francesa Christine Lagarde y el mexicano Agustín Carstens, en la carrera por suceder al defenestrado político francés.
Grandes periódicos económicos y financieros internacionales, como el Financial Times , The Wall Street Journal o la revista Euromoney , lo han mencionado recientemente entre los favoritos al puesto. Hace unos días, Stanley Fischer bromeaba respecto de esa posibilidad: «Nunca hay que aceptar un puesto que nadie te ha ofrecido», dijo en declaraciones a la radio pública israelí.
Ratificado en marzo para un segundo mandato de cinco años como gobernador del Banco de Israel, Fisher puede jactarse de haber permitido que Israel atravesara sin mayores daños la crisis. El país espera un crecimiento del 5% en el 2011 y cuenta con un colchón de reservas de divisas de 77.400 millones de dólares, que Fisher contribuyó a crear para frenar el alza del shekel y, por tanto, promover las exportaciones.
Fischer trabajó entre 1988 y 1990 como vicepresidente y economista jefe del Banco Mundial, antes de convertirse en el primer subdirector gerente del FMI, de 1994 al 2001