La UE logra frenar otra jornada negra en la Bolsa al reabrir el debate griego
Italia toma el relevo a España y sufre la mayor presión desde los mercados
Los obstáculos para alcanzar un acuerdo europeo en las ayudas a Grecia provocaron una sesión de nervios en las Bolsas europeas y dispararon la prima de riesgo de España y de otros países periféricos. Pero el anuncio de que el tema volverá a ser tratado en la ya inminente fecha del 3 de julio, y la apertura alcista de Nueva York templaron los ánimos y las pérdidas se suavizaron. Líder de los descensos quedó el parqué de Milán, con retroceso del 2%.
Los mercados temen que el contagio de la crisis griega pueda alcanzarle antes que a España, como advirtió el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker. Italia prepara un nuevo plan de ajuste para equilibrar su deuda pública en el 2014 tras la rebaja de su calificación por las agencias internacionales. La estadounidense Moody's a anunció el viernes por la noche que va a revisar el índice de solvencia de Italia a raíz de sus dudas sobre la capacidad del gobierno de Berlusconi de reducir el déficit público, lo que pesa sobre el crecimiento. La decisión se adoptó un mes después de que la agencia Standard and Poor's anunciara la misma medida. El aviso de Moody's cayó como un jarro de agua fría en la Bolsa de Milán, donde los inversores son conscientes de que la deuda pública del país es, relativamente, una de las más elevadas del mundo, al alcanzar un valor próximo al 120% del Producto Interior Bruto.
Hasta el momento había compensado ese dato porque el déficit público es más bajo del de otros países europeos. Pero los analistas, y también los dirigentes europeos, advierten ahora de la posibilidad de contagio de la crisis griega al país transalpino.
El FMI alerta del contagio. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró ayer que se necesita más «cohesión y cooperación» en Europa para hacer frente a la crisis y alertó de que los problemas en los países periféricos amenazan la recuperación en el núcleo de la zona euro.
«Sigue en marcha una recuperación robusta pero la crisis de deuda soberana amenaza con truncar ese panorama favorable y es necesario hacer mucho más para asegurar una unión monetaria dinámica y resistente», señaló ayer el FMI en un informe sobre las políticas de los países de la zona euro.