Un tamaño desproporcionado
El BIS es muy conocido en el ámbito bancario. Lo integran nada menos que 56 bancos centrales y autoridades monetarias y en su consejo de administración, actualmente liderado por el presidente del Banco de Francia, se sientan los presidentes de la Reserva Federal, del Banco Central Europeo, de los bancos de Inglaterra, de Japón, de China-¦
Su primer ejecutivo es el español Jaime Caruana, y entre sus cometidos esenciales destacan las tareas del Consejo de Estabilidad Financiera al que acoge y las referencias que elabora para medir la salud de las entidades bancarias y su resistencia a los riesgos.
Los requerimientos bautizados con el nombre de su ciudad sede (Basilea I, II y pronto Basilea III) traen de cabeza a ejecutivos y administradores de las entidades financieras.
1397124194 Informe anual. Pero el BIS también elabora un informe anual sobre la situación económica y financiera internacional, dado a conocer ayer. En la edición de este año, un extenso capítulo se dedica al análisis de los desequilibrios que acompañaron a la etapa de expansión económica en varias economías avanzadas, y sus autores advierten de su persistencia.
Consideran ejemplos significativos de las actuaciones a evitar en el futuro los casos de Irlanda y España.
¿Por qué una institución volcada en el mundo de las finanzas se ocupa de estas cuestiones? Sus conclusiones lo dejan claro: en estos países, sus sectores financiero y de la construcción adquirieron «un tamaño desproporcionado con respecto al resto de la economía» y deben reducirse.
«El endeudamiento que asumieron hogares y empresas durante el auge del sector de la vivienda ha incrementado su vulnerabilidad y puede lastrar su crecimiento», concluye el informe del BIS.