Las constructoras piden encarecer la gasolina para arreglar las carreteras
La patronal Aerco propone elevar en hasta cinco céntimos el litro de carburante
En época de crisis, y con el presupuesto del Ministerio de Fomento en mínimos, a las constructoras medianas, englobadas en la patronal Aerco, se les ha ocurrido una curiosa y polémica vía de financiación para poder arreglar los baches de las carreteras: encarecer la gasolina.
Una propuesta que llega con el precio de los carburantes ya por las nubes, y que ha enfurecido a los transportistas, los grandes perjudicados por la iniciativa. El presidente de Aerco, Javier Sáenz de Cosculluela, sugiere subir el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos entre tres y cinco céntimos por litro, lo que generaría ingresos adicionales de entre 1.098 y 1.830 millones de euros anuales. Un dinero más que suficiente, aseguró, para atender «la inversión mínima necesaria en mantenimiento de firmes» en el conjunto de la red viaria. Un monto que cifró en 1.050 millones por año.
El empresario, consciente de que la idea levantaría ampollas, explicó que «tres céntimos es una cuota nimia, que no elevaría la inflación, que es fácil de aplicar en un tiempo no superior a dos meses y que serviría para mejorar toda las carreteras, las del Estado, que suman 25.000 kilómetros, y las de las comunidades autónomas, cifradas en 71.000 kilómetros». A su juicio, ese nuevo golpe al bolsillo de los ciudadanos sería «un pequeño beneficio para todos» que, además, crearía un buen número de puestos de trabajo.
Sobre el impacto en el sector del transporte por carretera (que gestiona el 87% de las mercancías que se mueven por España), Javier Sáenz de Cosculluela aseguró que los camioneros «serían los mayores beneficiados» al ponerse a punto los firmes por los que transitan a diario. Y sobre la oportunidad o inoportunidad política de la propuesta, el dirigente de Aerco subrayó que «no sólo hay que hacer cosas simpáticas» y que «también es popular tener en buen estado las carreteras».
La reacción de los transportistas no tardó en producirse. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) saltó como por resorte para recordar que el transporte «no es la gallina de los huevos de oro» y el negocio al que sangrar cada vez que no hay recursos. «La medida es discriminatoria e injusta, e incide de forma desproporcionada en un negocio que ya contribuye a sustentar la sanidad pública a través del céntimo sanitario», señaló la organización.
La CETM cree que más impuestos sobre la gasolina dañarían la competitividad de toda la economía española, dispararía la inflación y dificultaría las exportaciones. El sector no gana para sustos, toda vez que Europa insiste un día sí y otro también con la llamada Euroviñeta, un impuesto para los camiones de más de 3,5 toneladas que circulan por vías rápidas y que, por ahora, España no aplica. Sin embargo, el pago por el uso es un concepto que la crisis y la merma de recursos públicos están haciendo cada vez más atractivo.