Bankia lucha contra el reloj para lograr captar a miles de pequeños inversores
Los inversores instituciones esperan toda la información para suscribir al final
Todos los ojos están puestos en la operación. Bankia es uno de los dos primeros bancos que sale a negociar en Bolsa nacido de un grupo de cajas de ahorro, porque CaixaBank -”que empezó a cotizar el 1 de julio-” se benefició de una fase de entrenamiento a través de Criteria. Los títulos de Bankia, al igual que los de Banca Cívica, se empezarán a intercambiar el 20 de julio y, hasta entonces, se está desarrollando la carrera contra reloj para captar a los inversores en unas circunstancias ciertamente difíciles. La crisis de la deuda de los países soberanos no da tregua. Y en la recta final de la colocación se darán a conocer los resultados de las exigentes pruebas europeas de solvencia bancaria a las que se ha sometido la práctica totalidad del sistema financiero español.
En el caso de Bankia, que aspira a colocar en el mercado de valores entre 3.636 y 4.164 millones de euros, fuentes conocedoras adelantan que el tramo minorista lleva un fuerte ritmo de captación. El papel de la red de las siete entidades que le han traspasado su negocio financiero -Caja Madrid, Bancaja, Insular de Canarias, Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja- está siendo esencial, al canalizar miles de mandatos, en su mayor parte de pequeña cuantía. La distribución de los mandatos captados está siendo proporcional al tamaño de las cajas de origen, lo que releva la implicación de todas ellas.
Los empleados de las 4.200 oficinas se vuelcan para convencer a sus clientes del atractivo de un precio que estará entre 4,41 y 6,05 euros por título, lo que supone un descuento en torno al 50% del valor contable tras la ampliación. Comprar a ese importe deja un amplio margen de crecimiento, argumentan. Los ahorros que se llevarán a cabo en el grupo -”500 millones hasta el 2013, y otros 100 adicionales en años posteriores-” y el potencial de crecimiento a desarrollar van a permitir cumplir el compromiso de alcanzar un 7% de rentabilidad por dividendo.
Incluso las explicaciones que muchos usuarios demandan al conocer el cambio en los términos de su relación comercial con las cajas están abriendo oportunidades a la oferta de acciones. Las entidades que conforman Bankia suman 11 millones de clientes y han empezado a cobrar una comisión más elevada por mantenimiento a las cuentas prácticamente inactivas. Lo hacen para unificar la actividad, y es seguro que más adelante habrá un compromiso Bankia con condiciones favorables para los fieles. La plantilla de las oficinas se esfuerza por aumentar la vinculación de los clientes y nada mejor que convencerles para que también se hagan accionistas. O bankeros , como reza la publicidad.
Mientras las plantillas se trabajan a los usuarios, los directivos se esfuerzan por ganarse a los inversores institucionales. Los nacionales, la mitad del tramo, conocen de sobra la importancia de que la operación salga adelante con éxito, porque la prima de riesgo también se pone en juego en actuaciones como esta, y su colaboración está siendo generalizada. Desde Londres, donde acudió a presentar un programa de becas, el presidente del grupo Santander, Emilio Botín, se declaró seguro de que «a Bankia le irá muy bien en Bolsa».
En convencer a los extranjeros se ha implicado de lleno el presidente Rodrigo Rato, que cuenta con una importante agenda de contactos.