CRISIS EN PORTUGAL
Los intereses de la deuda portuguesa se moderan pero la bolsa cae en picado
Los intereses de la deuda portuguesa están hoy en baja ligera tras el récord de ayer lunes, pero la bolsa lusa caía en picado por segunda jornada consecutiva, con más de un 3 % de pérdidas en las dos primeras horas de sesión. El interés del bono luso a tres años se situó en el 19,37 % tras haber rebasado el lunes, por primera vez desde la creación del euro, el 20 %. A más corto plazo, la deuda soberana a dos años se pagaba en el mercado secundario a un interés del 17,86, algo más bajo que la víspera, y el bono a diez años, que sirve de referencia en el mercado, se mantenía, con un mínimo descenso, en un interés del 13,25 por ciento.
Estos títulos siguen a más de mil puntos básicos de diferencia del bono alemán, una cota que rebasaron hace dos semanas, en medio del repunte de la crisis griega, y que ya no han sido capaces de reducir.
En la bolsa lisboeta la jornada era otra vez negra, tras la caída del 4,28 por ciento, la peor del año, que registró ayer impulsada por la incertidumbre sobre Grecia y los nuevos temores del mercado en relación a las finanzas italianas. Nuevamente los títulos más castigados eran los de la banca, que ayer se dejó más de novecientos millones de euros de valor en el parqué luso.
El Banco Comercial Portugués (BCP), uno de las mayores instituciones financieras del país, cuyos títulos han caído más del 40 por ciento en lo que va de año, registraba un par de horas después de la apertura de la bolsa lisboeta un descenso del 4,6 por ciento que se sumaba a la caída del 7,1 de ayer. El Banco Portugués de Inversiones (BPI) perdía hoy el 3,2 %, el Banco Espirito Santo (BES) el 3,4, y el pequeño Banif, con sede en el archipiélago de Madeira, encabezaba la caída con un 9,6 por ciento. La banca encabeza la caída de la bolsa pese a las revelaciones de la prensa económica portuguesa de que ha superado las pruebas de resistencia de la Unión Europea a 91 instituciones financieras.
El Diario Económico de Lisboa asegura hoy que los cuatro bancos lusos examinados, el BCP, el BPI, el BES y la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) han logrado aprobar las exigencias de la UE, que anunciará oficialmente los resultados el próximo viernes. Pese a esa noticia, no confirmada oficialmente, los bancos lusos son de nuevo los más perjudicados por los temores del mercado al efecto de la crisis de la deuda soberana en la zona euro.
La banca portuguesa tiene asignada una partida de ayuda de 12.000 millones de euros como parte del rescate financiero internacional concedido a Portugal en mayo.
Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han concedido a Portugal 78.000 millones de euros a lo largo de tres años, aunque el préstamo no evitó un nuevo descenso de la calificación financiera del país, que la semana pasada fue colocado al nivel del bono basura por la agencia Moody's.
Primero la crisis de los presupuestos en Atenas, luego la rebaja de nota y ahora los nuevos temores sobre Grecia e Italia han castigado la deuda y la bolsa de Portugal con saña en las últimas cuatro semanas. En medio de los temores de que el país no consiga cumplir las exigentes metas de reducción del déficit impuestas por la UE y el FMI, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, declaró a un canal de la televisión lusa que salir del euro sería " una tragedia " para Portugal.
Barroso, antiguo primer ministro luso, dijo a la RTP que confía en que Portugal cumpla las reformas previstas y supere la crisis, al tiempo que se mostró confiado en que Alemania defenderá la estabilidad de la zona euro.