Alemania propone una quiebra parcial de Grecia para implicar a los bancos
El BCE se opone a las intenciones de Merkel y las considera «una aberración»
Alemania empuja a Grecia hacia el abismo en su afán por implicar a los bancos en su segundo rescate. El Gobierno germano, respaldado por otros tres países que ya han dejado atrás la recesión, logró en la cumbre de la Eurozona del lunes que se estudie la posibilidad de diseñar una quiebra parcial del país heleno para rebajar el volumen de su deuda. El Banco Central Europeo, que cuenta con el apoyo de España, considera esta medida una aberración por su impredecible impacto en los mercados. Con este pulso como telón de fondo, la UE prepara para el viernes un cumbre de urgencia.
Angela Merkel y Nicolas Sarkozy acordaron a mediados de junio los parámetros generales del segundo rescate griego. Ambos mandatarios decidieron que el sector privado pagaría parte de la ayuda mediante una participación «voluntaria y sustancial». En aquel momento, el pacto se recibió con alivio porque se pensó que los mercados lo aceptarían sin excesivas estridencias porque se garantizaba la estabilidad de Atenas. Con el paso de las semanas, sin embargo, se ha llegado a la conclusión de que una implicación «sustancial» de los bancos jamás puede ser «voluntaria».
1397124194 Un esfuerzo dañino. Los mercados intepretaron desde el principio que Alemania exigía un esfuerzo tan grande al sector privado que acabaría siendo dañino para sus intereses. Aunque las cifras finales se desconocen, las entidades podrían aportar en torno a 30.000 de los 110.000 millones que costaría el nuevo salvavidas. Los expertos alertan de que una implicación de esta magnitud llevaría a las agencias de rating a constatar la quiebra de Grecia. El BCE sostiene que un escenario de estas características sería equiparable a un nuevo Lehman Brothers. España e Italia, como ha sucedido estos días, estarían en el ojo del huracán.
Alemania, pese a la oposición frontal del supervisor del euro, no da su brazo a torcer. «No habrá ningún nuevo programa de asistencia sin una participación privada sustancial», remarcó Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas germano. Berlín defiende que la única manera de reducir la mastodóntica deuda helena -”asciende a 345.000 millones, el 160% del PIB-” pasa por una fuerte involucración del sector privado. El eje de su propuesta es que los bancos acepten canjear sus bonos griegos por otros con un plazo de vencimiento mayor para aliviar a Atenas. Alemania cuenta con tres fieles aliados en su apuesta por implicar al sector privado. Holanda, Austria y Finlandia, todos ellos con una deuda catalogada con la máxima nota, no temen el desplome de Grecia. Estos cuatros socios comunitarios tienen en común la creciente oposición de sus ciudadanos a los rescates de países periféricos. El ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager, celebró ayer que el resto de integrantes de la moneda única aceptaran estudiar sus tesis.
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Redacción