Italia acelera sus recortes para frenar las turbulencias

Italia por fin se portó con un mínimo de sentido común, con una visible voluntad política de aprobar esta misma semana el plan de ajuste previsto por el Gobierno y eso bastó para calmar a los mercados. Tras un arranque con caídas del 5% la Bolsa de Milán terminó por cerrar en positivo, con un 1,18%, y fue la mejor de Europa. La banca, por primera vez en más de una semana, tuvo un buen día con subidas de hasta cinco puntos. Otro test de la jornada, la venta de títulos de Estado, se saldó sin problemas. El rendimiento subió del 2,14% al 3,67%, pero la demanda dobló la oferta. La prima de riesgo marcó otro récord de 353 puntos, pero luego bajó hasta los 287. De este modo Italia respira tras las sensaciones apocalípticas del viernes y el lunes, aunque crece el pragmatismo sobre el futuro. El propio ministro de Economía, Giulio Tremonti, abandonó antes de tiempo la reunión del Ecofin de Bruselas diciendo que se iba a acabar las cuentas: «Voy a Roma a cerrar el presupuesto». Pese a sus muchas lagunas y trucos, el plan no deja de ser un gesto inequívoco de abordar el problema de la deuda italiana con el objetivo de equilibrar el balance en el 2014. Son 68.000 millones de euros en recortes en cuatro años, aunque gran parte se debe aún explicar y el grueso se deja para el 2013 y el 2014.