Italia aprueba un plan de ajuste de 79.000 millones que incluye el copago
El Senado avaló recortes en pensiones, y un plan de privatizaciones y liberalización
El pánico del lunes en Italia, cuando se disparó la prima de riesgo a niveles históricos, ha obrado milagros y el Senado aprobó ayer en tiempo récord un plan de ajuste que al final subió hasta 79.000 millones, casi el doble de lo previsto. Se repartirá en cuatro años con el objetivo de equilibrar el déficit en el 2014. Hoy será el turno de la Cámara de Diputados, y así la economía italiana espera que el próximo lunes los mercados le traten con el respeto habitual, quebrado por la desconfianza que genera su caos político. Como aviso para no bajar la guardia, la venta de bonos a quince años alcanzó el jueves un interés récord del 5,90%, y los de cinco años, el 4,93%, el más alto en tres años. En total, Italia colocó 2.965 millones.
En condiciones normales, el pasteleo con un plan así podía haber llegado a Navidades y el ministro de Economía, Giulio Tremonti, defensor en solitario del rigor de las cuentas, habría sido acosado por todos los flancos, empezando por el primer ministro, Silvio Berlusconi, que aún vive de prometer bajadas de impuestos. Tremonti, de hecho, ha estado al borde de la dimisión, otro factor de pánico para la Bolsa. Pero por primera vez se oye en Italia la palabra austeridad, que no forma parte del vocabulario del magnate. Tremonti soltó en el Senado un par de bellas frases apocalípticas: «Si no actuamos la deuda pública devorará el futuro de nuestros hijos» y «Europa no puede cometer errores porque la crisis es como el Titanic, no se salvarán ni los de primera clase». Así que Italia aterriza de golpe en la realidad. El lunes los pacientes pagarán un extra de 10 euros en el ambulatorio por un especialista y 25 en urgencias si no es un caso grave. Pero el rey de las medidas impopulares es el recorte de un 20% en 483 tipos de desgravaciones -”o sea, todas-”, como descuentos por hijos, guarderías, médicos, universidad, aunque el Gobierno se reserva mantener luego algunas.
De ahí salen nada menos que 20.000 millones. La jubilación se demora hasta tres meses en los próximos tres años para quienes tengan 40 de cotización, y en el 2013 arranca un mecanismo paulatino de retraso, tres meses cada tres años. En 2050 se habrá aplazado tres años y diez meses. Además se recortarán del 5% al 10% las pensiones más altas, superiores a 90.000 euros anuales. Para las clases altas se gravan las stock options y los depósitos de más de 100.000 euros, con tasas de 70 a 1.100 euros. El ajuste, que aún así se queda corto para los analistas, es algo muy indigesto para Berlusconi, que lleva desaparecido toda la semana. Ha sido el propio plan el que terminó de desatar el ataque de los mercados, pues la primera versión que intentó colar era un camelo. Dejaba la mayor parte de los recortes para el 2013 y el 2104, es decir, como marrón para el próximo Ejecutivo y sin explicar los detalles.
Los inversores no tragaron y se abrió la veda contra Italia. Puestos a hacer los deberes deprisa y corriendo, Tremonti ha tratado de reforzar el plan, aunque la idea es la misma, y la UE deberá vigilar si se cumple: son 3.000 millones para el 2011, 6.000 en el 2012, 23.000 en el 2013 y 47.000 en el 2014. El Estado también pone de su parte, aunque el grueso del sacrificio, 21.600 millones, recae sobre municipios y regiones, que ya se han puesto en pie de guerra. Es decir, se teme que, de rebote, los ayuntamientos suban impuestos. Otra parte ambiciosa pero aún evanescente es un plan de privatizaciones y otro paquete de liberalizaciones, la cosa más difícil de hacer en Italia, país de gremios.