La Bolsa española sube un 3,2% tras el peor mes de agosto vivido en 13 años

La despedida ha sido dulce, pero no ha conseguido quitar su amargura a este agosto de pesadilla, el peor que se recuerda en la Bolsa española en trece años. Habría que retroceder a 1998, cuando la devaluación del rublo causó una hecatombe, para encontrar uno más catastrófico. El Ibex-35, que ayer rebotó un 3,2% en su tercera sesión en positivo, terminó perdiendo un 9,47%. También es el peor balance mensual desde el pasado noviembre, cuando se rescató a Irlanda. En lo que va de año la caída es del 11,6%. Sólo cabe el consuelo de que en el resto de plazas europeas los descensos han sido aún mayores, de hasta el 19% en el caso de Fráncfort, del 15% en Milán y del 11% en París. Sólo Londres presenta un retroceso menor, del 7%.

Este agosto pasará además a la historia como aquel en el que la prima de riesgo española, el diferencial del bono nacional a diez años frente al alemán, superó la línea roja de los 400 puntos, lo que puso a este país al borde de hincar la rodilla y pedir un rescate como Grecia, Irlanda y Portugal. Pero gracias al apoyo del Banco Central Europeo (BCE), que se puso a comprar títulos en el mercado, se evitó el desastre. Este indicador que mide la credibilidad de una nación terminó ayer en los 282 puntos, ya definitivamente establecido por debajo del italiano, que acabó en 291.

Agosto ha estado marcado por la crisis de deuda en Europa, con un segundo rescate para Grecia que no termina de ponerse en marcha por falta de acuerdo; la histórica rebaja de nota de EE.UU., también con problemas para controlar el déficit; y, sobre todo, el temor a que la economía mundial entre en una nueva recesión. Este cóctel tan nocivo hizo que los inversores huyeran en masa hacia valores refugio.