Grecia busca a contrarreloj un sustituto para Papandreu

Los dos grandes partidos griegos, el socialista Pasok de Georgos Papandreu, y el conservador Nueva Democracia, liderado por Antonis Samarás, se afanan contrarreloj en pactar un nuevo Ejecutivo de transición que dé estabilidad al país, mientras crece la presión desde Bruselas para que lleguen a un acuerdo que ponga fin a la inestabilidad creada por el propio Papandreu al convocar, y después suspender, un referéndum para aprobar el plan de ayuda de la UE y el FMI.

A la tensión propia que vive un país abocado a la quiebra si no logra una mínima estabilidad en las próximas horas, se sumó ayer la provocada por Samarás, que se negó a aceptar ningún compromiso por escrito para acatar el intenso plan de ajuste que, como contrapartida a la millonaria ayuda, ha impuesto Bruselas para seguir apoyando a Grecia. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, advirtió de que el Ejecutivo heleno, en alusión al gesto unilateral de Papandreu, «ha roto la confianza» del país «con sus socios comunitarios».

Y por esa razón exigió Rehn «restaurar el contrato social entre Grecia y el resto de la UE» mediante «un compromiso por escrito, en papel y con acciones concretas». Ese ‘papel’ no es otra cosa que el reconocimiento del pueblo y el Gobierno heleno de que ajustará su economía en la forma y en los plazos establecidos en la reunión del 26 de octubre en Bruselas.

Entre tanto, el Gobierno de Papandreu se disuelve poco a poco. El todavía primer ministro habría solicitado y recibido la dimisión de sus ministros.