Perfil
El gobernante polémico
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, uno de los más polémicos de los mandatarios europeos y con tres juicios pendientes por corrupción, abuso de poder e incitación a la prostitución de menores. Hijo de una familia de clase media y como la mayoría de los italianos muy apegado a su ‘mamma’ Rosa, el joven Berlusconi no dudó en vender electrodomésticos en la Milán que se recuperaba en la posguerra para pagarse los estudios de Derecho. Era en su juventud un tipo dinámico, ambicioso, simpático y con mucho don de gentes que decidió embarcarse en cruceros de recreo como cantante y animador. A los 23 años se dedicó con éxito al sector inmobiliario y a la construcción.
Preparó su salto a la política a finales de 1993 con la creación de Forza Italia. Berlusconi, de 75 años y uno de los hombres más ricos de Italia, logró ser tres veces primer ministro: 1994, 2001-2006 y 2008-2011, y tenía aspiraciones a convertirse en presidente de la República.
Ha sido objeto de estudios de psicólogos, sociólogos y analistas que intentaron explicar el fenómeno de su permanencia en el poder, a pesar del descontento popular y de los escándalos. El periodista Beppe Severgnini autor de La barriga de los italianos: Berlusconi explicado a generaciones futuras », dio la clave. El mandatario representaba los anhelos del italiano medio. «Habla de su ‘mamma’, entiende de fútbol, saber hacer dinero fácil, le gustan las casas nuevas, odia los convencionalismos, cuenta chistes, jura un poco, es mujeriego y le encantan las fiestas». Pero también a un hombre que funcionó en clave de locura creativa y no concebía la política de Italia sin su presencia, porque se creía imprescindible.