El año arranca con subidas en el gas mientras que luz y butano se congelan
Asalariados, funcionarios y pensionistas han de afrontar aumentos de precio escalonados .
Nada que ver con otros años. Arranca 2012 con menos subidas de precios que otros años, en parte porque el cambio de Gobierno ha retrasado algunas alzas, como la del recibo de la luz, y en parte porque la mala situación de algunas administraciones autonómicas y locales ya había llevado a adelantar aumentos de tarifas, como las del transporte público en Madrid, por ejemplo.
La mala noticia es que buen número de españoles tendrán que hacer frente a los incrementos, ahora y en el futuro próximo, con un poder adquisitivo mermado. Salvo para las rentas más bajas, el hachazo fiscal que acaba de aprobar el Gabinete de Mariano Rajoy —aumentos del IRPF, de los dividendos y otras retribuciones del ahorro, y de los impuestos que gravan una de cada dos viviendas— se comerá buena parte de las moderadas mejoras salariales pactadas, así como la modesta subida de las pensiones. Su impacto será aún mayor para quienes han visto congeladas sus retribuciones, como los empleados públicos y los perceptores del salario mínimo. Aunque estos últimos no son numerosos, incluso un colectivo que estrena esta referencia, como el de las empleadas de hogar, se va a ver afectado desde el primer día. Por añadidura, los precios subieron el 2,4% en diciembre de 2011, según el dato pendiente de confirmación que ya ha adelantado el Instituto Nacional de Estadística. La negociación colectiva desarrollada hasta noviembre muestra un incremento medio de los salarios del 2,5%, lo justo para cubrir el alza anual, pero hay que matizar que el porcentaje sube por el efecto de las revisiones, porque en los acuerdos de nueva firma el aumento promedio se queda en el 1,6%. Y nunca como ahora el grado de cobertura de la negociación colectiva había sido tan bajo.
Más de cinco millones de pensiones permanecieron congeladas durante 2011 y solo los perceptores de las prestaciones mínimas van a ver compensada en los próximos días la diferencia del aumento del 1% que disfrutaron el pasado año con la inflación de noviembre -la que se toma como referencia- que fue del 2,9% anual. Ahora suben todas el 1% y, si la inflación no se modera, cobrarán la actualización correspondiente en enero de 2013.
Pero, antes de esa fecha, las prestaciones más elevadas verán reducido su importe neto al aplicárseles las retenciones del nuevo IRPF a partir de febrero.
El año arranca con subidas en el gas natural y las tarifas de Correos, mientras se congelan los precios de la luz y el butano, el sueldo de los funcionarios y el salario mínimo, y se incrementan pensiones e impuestos.
En el caso de los empleados públicos la situación es aún peor, porque vienen de sufrir un recorte medio del 5% en julio de 2010 y una congelación en 2011, situación que ahora se prolonga. Los sindicatos temen que en la redacción final de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 que el Gobierno se ha comprometido a enviar al Parlamento antes del 31 de marzo incluso se pueda incluir una rebaja adicional. Transporte Con el poder adquisitivo mermado, todas las subidas parecen excesivas.
Algunas lo son en términos absolutos, como el encarecimiento del 12% que desde este 1 de enero experimenta la T-10, el bono más usado en el transporte urbano de Barcelona. También supera con mucho la inflación del año pasado, y más aún la prevista para este —los organismos internacioales apuntan que se irá reduciendo en España hasta quedar en torno al 1,5% en diciembre próximo—, el aumento del 3,2% que ya aplican las 27 autopistas concesionarias del Estado.
En el ámbito del transporte, está por ver ahora la repercusión que puede tener sobre el precio final de los servicios de viajeros y mercancías el aumento del 2,8 céntimos por litro en el impuesto sobre hidrocarburos que pagan los transportistas por sus consumos profesionales.
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agencias