S&P baja dos escalones la nota española y la de otros ocho países de la eurozona
Francia pierde la triple A y amenaza la nota máxima del fondo de rescate europeo.
La agencia de medición de riesgo Standard & Poor’s (S&P) anunció ayer la rebaja en dos escalones de la deuda de España, Italia, Portugal y Chipre, y en un escalón la calificación de la de Francia, Austria, Malta, Eslovaquia y Eslovenia. «Las acciones son fruto de nuestra creencia de que las iniciativas políticas tomadas por los líderes europeos en las últimas semanas pueden ser insuficientes para atajar totalmente el estrés sistemático en la zona euro», dijo la agencia de calificación en un comunicado.
El Gobierno español «toma nota» de la decisión de Standard & Poor’s (S&P) e insiste en que su objetivo sigue siendo potenciar el crecimiento para que esta situación revierta en un futuro próximo».
Fuentes del ministerio de Economía y Competitividad dijeron a Efe que esta cuestión «es una herencia del pasado, igual que otras», pero que seguirá trabajando para que esta situación «revierta en un futuro próximo». Las fuentes insistieron en que «la política económica está comprometida con el equilibrio presupuestario y con las reformas estructurales».
Esta es la cuarta ocasión en que S&P rebaja la calificación crediticia de España en los últimos tres años.
Francia. A cien días de la primera vuelta de las presidenciales, la pérdida de la ‘triple A’ es una bomba política que explota en las manos de Nicolas Sarkozy, candidato no declarado a su propia sucesión. Los adversarios europeístas del jefe del Estado vieron en la rebaja de la máxima nota de solvencia un fracaso de su política económica mientras que desde los extremos eurófobos aturdieron los clarines del fin del euro y de la guerra entre las finanzas y el pueblo. El ministro de Economía, François Baroin, acudió raudo a despachar con Sarkozy antes del cierre de la Bolsa de París, que en la clausura limitó al 0,11% las pérdidas a causa de una decisión anticipada por los mercados. Ambos participaron luego en una reunión de crisis con el primer ministro, François Fillon, y la responsable del Presupuesto, Valérie Pécresse. Del ambiente de exasperación reinante en el palacio del Elíseo, da idea esta declaración del hombre de negocios Alain Minc, uno de los asesores de cabecera del presidente: «Hacer esto la semana en que los mercados europeos se normalizaban no es ya vérselas con bomberos pirómanos sino con perversos graves».