TURBULENCIAS FINANCIERAS
Fitch se plantea rebajar la calificación de la deuda de España
La agencia duda de la capacidad del Gobierno para controlar el déficit autonómico y reducir el desempleo. Advierte de que las elevadas tasas de paro ponen en cuestión la "cohesión política y social" española
El director gerente de la agencia de calificación Fitch, Ed Parker, ha afirmado este jueves que hay una "alta probabilidad" de rebajar la nota de la deuda de España en uno o dos escalones a finales de este mes de enero debido a la falta de capacidad del Gobierno de controlar el déficit de las autonomías, a los activos tóxicos inmobiliarios y al desempleo. El pasado octubre la agencia europea ya rebajó dos escalones desde AA+ a AA- la calificación crediticia española y el pasado viernes otra agencia, Standard & Poor's, ya rebajó la nota española. En una conferencia sobre previsiones económicas europeas para el 2012 organizada en Madrid, Parker ha valorado que hay un "significativo ajuste macroeconómico" en marcha en España, pero ha advertido de que el Gobierno se enfrenta a "desafíos" sobre todo en términos de calidad de activos bancarios y finanzas públicas, así como a un mercado laboral "claramente disfuncional". Déficit, activos tóxicos y desempleo son, ha insistido el directivo de Fitch, los tres problemas clave para el Gobierno de Mariano Rajoy, que contará --ha añadido-- con la dificultad adicional del empeoramiento de la situación en la zona euro, ha advertido. Dudas sobre la cohesión de España Parker se ha cuestionado "la capacidad de los gobiernos españoles para controlar las regiones y para conseguir los objetivos que se han establecido" y ha considerado "muy decepcionante" el hecho de que el déficit del 2011 haya acabado en el 8% del PIB, dos puntos por encima del 6% previsto. "Esto abre muchas dudas sobre los objetivos de este año y de 2013 y de bajar el nivel de déficit a un nivel sostenible", ha apuntado el directivo de Fitch. Ya en rueda de prensa, Parker ha recalcado sobre el problema del déficit autonómico que los inversores "quieren resultados, no quieren complejidades" y ha subrayado que es "esencial" que los bancos admitan sus activos tóxicos. En términos del mercado de trabajo, ha considerado "muy alarmante" el coste humano y económico de las tasas de desempleo, que a su juicio ponen en duda "la cohesión política y social" en España, a pesar de la existencia de redes de apoyo.