La reforma laboral incentivará los contratos «razonables» para jóvenes
Báñez rechaza por «inconstitucional» el contrato único y descarta los ‘mini-jobs’.
Sin dar demasiados detalles, y prometiendo un giro legal «profundo, riguroso, equilibrado y útil», la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, detalló ayer en el Congreso de los Diputados no tanto el contenido de la reforma —que aprobará el viernes por real decreto el Consejo de Ministros— sino más bien aquello que el Gobierno ha descartado ya en su apuesta por frenar el desempleo y favorecer la actividad. Báñez explicó que no habrá un contrato único con despido barato, como reclamaba Ceoe, ni se incluirán los polémicos ‘mini-jobs’.
En cambio, el Ejecutivo reformará los incentivos para favorecer la contratación indefinida a tiempo parcial de jóvenes en condiciones salariales «razonables», al tiempo que lanzará un «exigente» plan de lucha contra el fraude en el cobro de las prestaciones por desempleo y la obtención de bonificaciones. «Tolerancia cero» en este aspecto, anunció.
El objetivo de la reforma, argumentó la ministra, es frenar la actual ‘alegría’ de los empresarios a la hora de recurrir al despido para ajustar sus plantillas, y dotar de la máxima flexibilidad al sistema para que las empresas puedan adecuar su marcha a la maltrecha economía. Flexibilidad que llegará también a los autónomos.
A los sindicatos. Aprovechó la ministra para pedir responsabilidad y sosiego a las centrales sindicales, que temen que el ajuste en derechos laborales sea de tal calibre que les empuje a una huelga general con la que ya cuenta el propio Mariano Rajoy. «Apelo a los sindicatos para que no haya escenarios de conflicto en el corto plazo», declaró.
La responsable de empleo enfrió los planes de los empresarios al asegurar que un contrato único sería «inconstitucional» pues «el despido en España es causal» y, además, contravendría la normativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Carta Social y de Derechos Fundamentales europeas.
Báñez cargó contra los ‘mini-jobs’ (de gran éxito en Alemania) pues, resaltó, pueden ser a tiempo completo por un salario de 400 euros «y en España nadie puede cobrar menos de 641 euros, el salario mínimo». Sí apostó, sin embargo, contratos «de varias horas y de forma estable» a tiempo parcial con sueldos razonables.
En su primera comparecencia ante la Comisión de Empleo de la Cámara Baja, Báñez desveló con cuentagotas algunos de los que serán ejes principales de su departamento, como el de acercar la edad real de jubilación a la edad legal de retiro, favorecer que los jubilados que así lo deseen puedan compaginar su pensión con algún trabajo, o ligar la pensión de jubilación a las aportaciones de toda la vida laboral de los trabajadores.
Todas ellas, subrayó, en el marco del Pacto de Toledo, que calificó como «el gran pacto social de la Democracia».