Los coches baratos chinos, que luchan por su reputación, invaden Europa
Los coches chinos invaden Europa. Los fabricantes de automóviles del gigante asiático tratan de penetrar en el mercado del viejo continente a base de comprar marcas y fábricas, tras un fallido primer intento hace algunos años. Great Wall Motor (Gran Muralla Motor) comenzará oficialmente el martes a producir en su fábrica de Bahovitsa, en el noreste de Bulgaria. La firma china se implanta así en un país de la Unión Europea, donde espera producir tres modelos: la Voleex C-10, el ‘pick up’ Steed 5 y el 4x4 Hoover H5. Su precio oscilará entre 8.000 y 14.700 euros.
El constructor, que presume en su página de Internet de contar ya con una decena de plantas de ensamblaje fuera de China, reforzará de este modo su expansión exterior. La meta es alcanzar una capacidad de producción de 500.000 unidades fuera de sus fronteras en torno al 2015. Pero Great Wall Motor no es la única marca que ambiciona el mercado europeo, pese a estar saturado y a la prevista bajada de las ventas de automóviles este año.
Ambición. Otro constructor chino, Chery, ha puesto ya un pie en Italia a través de la sociedad local DR Motor. Ésta, que desde hace años ya ensambla vehículos de su socio chino, compró a fines del 2011 una fábrica de Fiat ubicada en Termini Imerese, en Sicilia. Este constructor chino también se ha dotado de una marca específica, Qoros, desarrollada en el marco de una empresa común con una sociedad israelí, creada para sustentar sus ambiciones en Europa. Su primer modelo está previsto que vea la luz el próximo año. En Gran Bretaña, su compatriota Geely lanzará a fines de año un coche cuyo precio oscilará en torno a los 12.000 euros. Este constructor no es un recién llegado a Europa: ya compró el sueco Volvo al estadounidense Ford hace dos años.
Los grupos chinos de automoción suelen convertirse en salvadores potenciales de marcas europeas en dificultades.