La presión de los inversores sobre la deuda y la Bolsa se intensifica
La presión de los inversores se intensifica, y España se está quedando sola ante el peligro. Su prima de riesgo se mantiene en zona próxima al rescate, mientras la bolsa de valores sucumbe a la desconfianza en los valores bancarios. Mientras los principales parqués europeas cerraron ayer con notables alzas, Madrid se desplomó de nuevo.
Las acciones de Bankia, el banco nacionalizado que necesita una inyección superior a los 23.000 millones de capital público, se hundieron un 16,25% adicional tras informar al mercado de que BFA, su entidad matriz, tuvo pérdidas de 3.318 millones en el 2011, y de que el riesgo inmobiliario problemático del grupo ronda los 45.000 millones de euros por el momento, según la revisión del nuevo equipo gestor, la exposición problemática de BFA-Bankia al sector inmobiliario rondaba a cierre del 2011 los 45.000 millones, casi 10.000 millones más que lo publicado anteriormente. Desde su estreno en el mercado de valores, Bankia ha perdido el 69,8% de su capitalización.
En detalle
El Ibex 35 de la bolsa española cerró en 6.252 puntos, tras ceder un 2,34 % en la sesión, y ya acumula un descenso del 27 % desde que empezó el año. La práctica totalidad de la banca padeció una nueva penalización: Banco Sabadell cedió el 4,29 %, Bankinter, el 4,27 %, Banco Popular, el 3,33 %; Caixabank, el 2,59 %; BBVA, el 2,62 %, y Banco Santander, el 2,43 %.
Los analistas relacionan cada vez más la crisis de la deuda con la desconfianza en el sector bancario, que acumula reforma tras reforma sin ganarse la confianza de los inversores. Tras los dos decretos de febrero y mayo, y el anuncio de las nuevas valoraciones y auditorias a las que se van a someter las entidades, el rescate del grupo BFA-Bankia, y la publicación de unas cuentas revisadas que en nada se parecen a las inicialmente comunicadas, han sembrado nuevas dudas.