El temor al rescate provoca la peor semana en la Bolsa y la prima de riesgo
Solo los rumores sobre compras del Banco Central Europeo alivian la tensión.
Los mercados vivieron otro viernes aciago. Lo más dramático fue la escalada de la prima de riesgo en España, que pese al despliegue de altos cargos del Gobierno que se esfuerzan por transmitir confianza, se disparó en la última sesión de la semana hasta el más alto registro nunca conocido desde que existe el euro: 548 puntos básicos mediada la jornada.
Fueron los rumores sobre compras del Banco Central Europeo en el mercado secundario los que aliviaron la presión, pero el diferencial de las obligaciones españolas a diez años respecto al bono alemán acabó finalmente, al cierre de las Bolsas, en 535 puntos básicos, prácticamente el mismo de la jornada anterior. Italia, que nos sigue de cerca, tuvo un comportamiento similar, con la prima de riesgo escalando los 480 puntos básicos para retroceder después a 456.
Mínimo histórico
Para financiar a España al plazo de diez años, el inversor exige una rentabilidad del 6,52%, cuando en el caso de Alemania se conforma con el 1,17%, otro mínimo histórico. No han servido de gran cosa el encuentro de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con la directora gerente del FMI, o con el secretario del Tesoro norteamericano. Tampoco el informe del ministro de Hacienda acerca del cumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de las comunidades autónomas surtió efectos en unos inversores al parecer dispuestos a apostar, contra viento y marea, contra los países más vulnerables de la zona euro.
Lo había advertido la víspera el ministro de Economía, Luis de Guindos, en un foro empresarial: «El euro se la juega estas semanas en España... y en Italia».
Por otro lado, las bolsas europeas se tiñeron de rojo, una tendencia que suavizó las pérdidas del parqué de Madrid. En este caso fueron los datos del desempleo en mayo, que confirmaron la fragilidad del empleo en la economía norteamericana, sumados a la sempiterna desconfianza sobre la situación de Grecia, los que llevaron a Francfort a una pérdida del 3,42%, mientras Paris retrocedió el 2,21%, Londres el 1,14% y Milán el 1,04%. El desplome de Atenas, en el epicentro de la crisis, fue del 4%. Los inversores no tuvieron noticias positivas en las que confiar.
Malas noticias
Por eso el cierre de la Bolsa española con una pérdida del 0,41% fue considerado con cierto alivio, aunque los números que están detrás de esa evolución diaria no permiten la menor alegría. Con el cierre en 6.065 puntos se salvaron por los pelos las 6.000 unidades, seguramente por las órdenes vinculadas a esa referencia, puesto que muchos fondos de inversión operan sobre valores conocidos, y vuelven a comprar cuando se alcanzan mínimos establecidos.
Echar una vista atrás ensombrece cualquier visión positiva.