Rescate a España de 100.000 millones

Y, al final, el Gobierno español pidió a Europa el rescate. Para su banca y negando que se tratara de un rescate. Quiso reducir el impacto político y ante los mercados circunscribiéndolo a un «préstamo». Eso sí, de hasta 100.000 millones de euros, el 10% del PIB español. «Estamos haciendo una declaración política de petición de apoyo financiero», dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, con el objetivo de «en la actual situación de incertidumbre, contribuir al restablecimiento de la moneda única».

Guindos fue el encargado de anunciar lo que durante los días anteriores había sido negado una y otra vez por el Gobierno, empezando por el presidente Mariano Rajoy que desmintió rotundamente que la banca española fuera a ser rescatada.

El ministro negó haberse sentido presionado por sus socios europeos para que pidiera el rescate antes de las elecciones griegas y despejar uno de los principales elementos de inseguridad respecto al euro. Pero el resultado fue el reclamado y, en la videoconferencia de los ministros de Finanzas del Eurogrupo convocada de urgencia ayer, el Gobierno declaró su «intención de solicitar financiación europea para la recapitalización de los bancos españoles que lo necesiten».

Lo que sí ha logrado España es que el préstamo se obtenga con la intermediación del FROB, en lugar de que sea una ayuda directa al Estado. En eso se basó el ministro para negar que se trate de un rescate y para recalcar que las condiciones que va a fijar la Unión Europea para recibir estas ayudas «sólo se van a imponer a los bancos, no a la sociedad. No estamos haciendo un favor a nadie». El ministro aseguró que no va a haber condiciones presupuestarias o fiscales ni ajustes como se impusieron a Grecia, Irlanda o Portugal.

Más deuda pública

Sin embargo, tuvo que admitir que la cuantía del préstamo incrementará la deuda pública y que los intereses que tenga que abonar el FROB a los fondos europeos irán a aumentar el déficit público en el capítulo de intereses financieros de la deuda. Que la línea de ayuda tenga un techo máximo de 100.000 millones de euros no significa que se vaya a pedir todo ese dinero, en realidad, el FROB irá solicitando el dinero a medida que lo necesite para inyectar capital en las entidades cuya solvencia no alcance el nivel exigido.

El titular de Economía señaló que con esa cifra se pretende cubrir la cuantía que resulte de los informes de los evaluadores independientes y dar «un amplio margen de seguridad que no deje el más mínimo resquicio a la duda». Incluso se atrevió a pronosticar que la prima de riesgo se relajaría en los próximos días.

Economía no quiso concretar el tipo de interés ni el plazo de devolución del préstamo que le van a dar a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y sólo explicó que es «en condiciones mucho más favorables que las de mercado».

Guindos recalcó que, como refleja el informe del FMI, el 70% del sistema financiero español es solvente y capaz de hacer frente a sus necesidades de capital. Será para el otro 30% para lo que se utilicen los fondos europeos, que el FROB prestará a las entidades financieras en la «cantidad que fije el Gobierno con el asesoramiento del Banco de España» una vez que tenga en su poder todos los informes solicitados a los auditores; los últimos se esperan para finales de julio.