Diario de León

El Banco Central Europeo sólo cree en los recortes

El presidente del BCE, Mario Draghi, en una imagen de archivo.

El presidente del BCE, Mario Draghi, en una imagen de archivo.

Publicado por
iñaki castro | bruselas
León

Creado:

Actualizado:

Tras la trascendental cumbre de la semana pasada en Bruselas, los mercados confiaban en que el banco central daría por fin un paso al frente. La entidad respondió el jueves con una histórica bajada de los tipos de interés, pero no ofreció la más mínima señal de que intervendría en los parqués para frenar el castigo a la deuda española e italiana. El resultado ya se conoce de sobra. La prima de riesgo se ha instalado de nuevo en la estratosfera y amenaza con provocar un rescate total de España. El emisor del euro, sin embargo, ve la situación desde un ángulo distinto. Espera que los agobios empujen al Gobierno y a la propia UE a mantener el ritmo de las reformas sin pararse ni un minuto para tomar aliento.

Las expectativas ante la reunión del jueves del BCE eran altas. Aunque se trata de una regla no escrita, en los últimos meses el banco central y la UE habían desarrollado una especie de alianza condicionada. Si los socios tomaban decisiones valientes, entonces el organismo con sede en Fráncfort actuaba con determinación. Incluso el presidente de la entidad, Mario Draghi, se había erigido en un gurú del camino que debía seguir la zona euro. El exgobernador del Banco de Italia defendió con tanta vehemencia como Angela Merkel la necesidad de diseñar un pacto fiscal.

El acuerdo sobre el pacto fiscal, motivó una reacción instantánea del BCE. En cuestión de días, puso en marcha los créditos extralargos para la banca, una iniciativa que permitió inyectar un billón de euros en las entidades. La decisión deparó varios meses de tranquilidad en los mercados. El esquema que se planteaba para esta semana era similar. Todos los analistas admitieron que la UE había sido más audaz de lo esperado en la pasada cumbre. Casi nadie esperaba que las recapitalizaciones directas de la banca salieran adelante. Se apostaba por un proceso mucho más lento, aunque también quedó claro que estas ayudas sin pasar por los estados no se activarían hasta que el supervisor común del sector financiero esté listo.

El instituto emisor, en una tesis que comparte con Alemania y otros socios, considera imprescindible la disciplina de los mercados. Gracias a su presión, los gobiernos en lugar de aflojar pisan el acelerador de los ajustes.

tracking