Los inversores celebran por adelantado el rescate español
La Bolsa estuvo parada más de cuatro horas por una avería .
La puerta abierta por el presidente Mariano Rajoy, que ya no descarta pedir un rescate suave a los socios europeos, aunque aguardará a conocer las medidas ‘no convencionales’ que adoptará el Banco Central Europeo, y a obtener más precisiones sobre los condicionamientos de la ayuda, hizo que los inversores celebraran por adelantado la demanda de rescate y les llevó a comprar acciones de empresas cotizadas españolas. La Bolsa de Madrid se desmarcó claramente del resto de las europeas, al experimentar una subida del 4,41% —la cuarta mayor en un año especialmente agitado— que permitió al Ibex-35 recuperar el nivel de los 7.000 puntos, perdido hace un mes, y cerrar en 7.053,6 unidades.
La notable subida del índice bursátil español se produjo en una sesión en la que los cuatro parqués que integran la bolsa —Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia— permanecieron no operativas buena parte de la jornada. La negociación se interrumpió a las 10:05 de la sesión de ayer por un problema técnico del Sistema de Interconexión Bursátil.
Aunque poco después se anunció la subasta previa al retorno al mercado de los diferentes valores, el proceso de determinación de los precios se prolongó casi cuatro horas. Fueron, en total, cerca de cinco horas de paralización. Cuando se produjo la suspensión, el IBEX subía el 0,25% y registraba 6.772 puntos: entonces era el avance más moderado entre las principales plazas europeas.
El reducido volumen de negocio de agosto facilita los movimientos bruscos, explicaron los expertos.
Pero el apoyo explícito del Ejecutivo alemán a que el Banco Central Europeo compre deuda de los países vulnerables, previa solicitud de los correspondientes gobiernos, hizo que, en su vuelta a la negociación, la demanda de acciones impulsara un alza del Ibex-25 superior al 2%.
Al cierre de la sesión, todas las empresas que integran el principal índice bursátil mostraban abultadas ganancias. En cabeza de los avances se situaron Repsol, con el 9,27%, Mapfre con el 8,17% e Iberdrola, con el 8,04%. Pero también hubo motivo de celebración para las constructoras, Telefónica y los grandes bancos.
Los inversores dan por descontado que se demandará el rescate y buena prueba de ello es la evolución del mercado de deuda. La prima de riesgo apenas se relajó hasta 534 puntos básicos —nueve menos que la víspera— al situarse la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años en el 6,74%.
Mario Draghi, anunció que pensaba centrar las compras en los bonos de corto plazo, y la rentabilidad exigida por los inversores a estos títulos bajó de golpe del 4,8% al 3,45%.