La degradación de la economía fue mayor de lo estimado por el INE para los dos últimos años
La degradación sufrida por la economía española en el 2011 y el 2010 fue mayor de lo estimado en su momento por el INE. La última actualización de los resultados de la contabilidad nacional de España correspondientes al período 2008-2011 desvela que el año pasado el crecimiento real del PIB fue de sólo cuatro décimas, frente al avance del 0,7% evaluado hace sólo seis meses, y que la caída que sufrió la actividad en el 2010 fue del 0,3%, frente al 0,1% publicado en octubre del año pasado.
Los nuevos datos, publicados ayer por el organismo estadístico, muestran por un lado que el 2010 fue un año de contracción del PIB (0,3%) y no de estancamiento, como se había estimado hasta ahora de forma provisional. El agravamiento del diagnóstico correspondiente al 2010 justificaría, en parte, la revisión a la baja del avance registrado en el 2011, pues al partir de una base menor el crecimiento del año siguiente por fuerza también tiene que ser menos vigoroso.
Sólo en parte, pues la fuerte desaceleración que sufrió la actividad en el segundo semestre del año pasado hizo el resto: el nuevo análisis del INE constata que la contribución de la demanda nacional al PIB fue aún más negativa de lo que se había calculado y restó 1,92 puntos, en lugar de 1,71. La aportación de la demanda externa al crecimiento también fue menos vigorosa de lo que se había creído.
Consumo público
En lo que se refiere al consumo interior, el crecimiento del gasto en consumo final se revisó una décima a la baja (del 0,7% al 0,8%) y la caída de la formación bruta de capital se agrandó 0,4 puntos. Ambas revisiones han supuesto que la demanda nacional haya restado al crecimiento dos décimas más de lo evaluado en febrero. La reducción del gasto en consumo de los hogares fue mayor de lo que se pensaba, del 1%, frente al 0,1% estimado. Por su parte, el recorte del gasto de las administraciones públicas fue mucho menor de lo que se había calculado.
La revisión a la baja de la inversión se produjo, principalmente, por la bajada en los activos de construcción (9% en lugar del 8,1%) compensada, en parte, por la revisión al alza tanto en bienes de equipo y activos cultivados.