España está a la cola del mundo en control de déficit y acceso al crédito
El país ocupa el puesto 36 en el ránking de competitividad del Foro Económico Mundial.
La economía española arrastra debilidades que la mantienen aún a mucha distancia de los países más dinámicos del planeta, aquellos capaces de generar productos y servicios de alto valor añadido. El Informe Global de Competitividad 2012-2013 publicado por el Foro Económico Mundial (FEM) sitúa a España entre los países más ineficientes a la hora de controlar el déficit y de facilitar el acceso al crédito. Dos aspectos vitales para generar confianza y recuperar y crear crecimiento y empleo.
El FEM es un organismo con sede en Ginebra, conocido por la asamblea anual que reúne a líderes políticos internacionales, empresarios e intelectuales para debatir sobre los problemas del mundo. Su último Informe Global de Competitividad ilustra el mal momento que atraviesa la marca España y que se traduce en dificultades a la hora de acudir a los mercados en busca de financiación, una prima de riesgo fuera de control y una progresiva fuga de capitales.
El documento coloca a España en el puesto 135 (en un ránking de 144 países) por la magnitud de su déficit, justo a continuación de Malawi y de Namibia. Y eso que la cifra de déficit que el FEM atribuye al país (8,5% del PIB en el 2011) está sin actualizar: El Ministerio de Hacienda tuvo que revisarla hace meses tras salir a la luz desajustes no computados en las cuentas de regiones como Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León, que elevaron el desfase entre ingresos y gastos públicos al 8,9%, el mismo nivel de déficit que sufre Cabo Verde.
El organismo internacional resalta la «muy delicada situación macroeconómica» de España y las «dificultades de su sector bancario, que restringe el acceso a financiación de las empresas locales». Sitúa al país en el puesto 122 en facilidad para conseguir un crédito, justo por detrás de Chad y Nigeria y por delante de Bosnia Herzegovina y de Italia. Tampoco sale bien parada España del análisis de la calidad del sistema educativo. El FEM la sitúa en el puesto 81, después de Armenia y Tanzania.
Por otra parte, el país tampoco brilla en lo referido a la corrupción. Figura en el puesto 53 de la relación de países menos corruptos, es decir, en los que según el informe es menos común el desvío de fondos públicos para beneficiar a empresas, individuos o grupos.