El Ibex cede un 1%, pero frena la caída antes de perder la cota de los 8.000 puntos

El Ibex 35 ha perdido un 0,95% al cierre de mercado arrastrado por los grandes valores, como Repsol (-3,59%) y BBVA (-2,12%), si bien ha logrado conservar la cota de los 8.000 puntos, en lo que ha sido la quinta sesión en la que coquetea con esta frontera psicológica.

Santander perdió un 1,21%, Telefónica cedió un 1,89% e Iberdrola descendió un 1,04%. El selectivo madrileño cerró en 8.022 enteros. Inditex, un día después de publicar que aumentó su beneficio un 32% en su primer semestre fiscal, prosiguió con el avance (+1,77%) y estableció el precio de su acción en 97 euros.

Sacyr protagonizó el mayor recorte, con una caída del 4,15%. Le seguían al frente de las pérdidas Repsol y Bankinter (-2,79%). Popular perdió un 2,75% y FCC, un 2,58%. En el lado de las ganancias, despuntaron Acciona, que sumó un 3,24% y lideró los avances, IAG (+2,64%) y Ferrovial (+2,15%).

Así pues, el Ibex se situó al frente de los recortes registrados entre las principales plazas del Viejo Continente. París cedió un 0,62% y Londres, un 0,57%. Francfort estuvo a punto de esquivar el rojo, al ceder sólo un 0,02%. Al otro lado del Atlántico, Wall Street arrancaba la jornada con un retroceso del 0,11%.

La prima de riesgo española permanecía presionada, al escalar hasta los 423 puntos básicos, el mismo día en el que el Tesoro logró colocar más bonos de lo esperado y a tipos menores. La rentabilidad del bono español a 10 años alcanzaba el 5,80% en el mercado secundario, mientras en el primario el Tesoro pagó un tipo medio del 5,6%. El euro perdía la cota de los 1,30 dólares, al intercambiarse al cierre de sesión en 1,2943 'billetes verdes'.

El analista de XTB Daniel Álvarez explicó la caída del Ibex ante una "cierta recogida" de beneficios, lo que consideró "no demasiado preocupante". "Aún no inquieta el sesgo alcista que tiene el mercado, si bien no nos podemos confiar", aseguró.

Álvarez advirtió de que los rumores acerca de la incertidumbre sobre si España decidirá o no pedir la activación del programa de liquidez del BCE "daña la confianza del mercado y la efectividad de la medida".