Diario de León

El BCE ignora al Gobierno y rechaza fijar un tope para la prima de riesgo

Draghi se niega a garantizar una rebaja de 200 puntos si España pide el rescate.

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante su intervención en una rueda de prensa.

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante su intervención en una rueda de prensa.

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Iñaki castro | Bruselas
León

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La letra pequeña del hipotético rescate de España está cada vez más clara. El presidente del BCE, Mario Draghi, despejó ayer una de las dudas más importantes al negarse a fijar «por adelantado» un tope para la prima de riesgo en caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy pida el salvavidas. El ‘no’ del jefe del banco central implica que los intereses de la deuda española quedarían en manos de la entidad, lo que podría traducirse en una rebaja mínima de la presión de los mercados a cambio de un alto precio. El organismo monetario articuló el pasado verano un histórico plan para la compra masiva de bonos. El requisito central del programa es que el Ejecutivo español pida auxilio a la UE y acepte nuevos ajustes.

Rajoy desveló el pasado martes que todavía necesitaba aclarar algunas cuestiones «pendientes» antes de tomar una decisión sobre el rescate. El presidente citó expresamente el impacto real de la compra de deuda por parte del BCE y reclamó que la prima de riesgo caiga en picado hasta los 200 puntos, más de la mitad de su nivel actual. «Si nos quedamos en el mismo precio que hay no tiene sentido», agregó. Draghi le respondió ayer sin rodeos. «No se puede garantizar nada por adelantado», remarcó convencido de que la entidad debe actuar con «total independencia». Pese a su negativa, el italiano insistió en que están «preparados» para intervenir, pero que el Gobierno español tiene que dar el primer paso.

El rechazo a establecer un tope para la prima de riesgo se une a la larga lista de condiciones fijadas por el BCE para comprar deuda. De entrada, el Gobierno tiene que pedir el rescate al resto de integrantes del club del euro. Sería suficiente con una modalidad blanda como una línea de crédito preventiva, pero se exigirían una serie de condiciones tanto en el campo de los ajustes como en el de las reformas. Una vez cumplidos estos requisitos, el banco central decidiría en paralelo si su intervención está justificada.

Mejoría «visible»

El BCE, con presiones del Bundesbank alemán, siempre defendió que su intervención en los parqués no se quedaría corta. Incluso, se aseguró que internamente sí que fijaría límites para la prima de riesgo. Ayer, Draghi eludió parecer tan contundente como en otras ocasiones, pero recordó que el plan se diseñó para extirpar las dudas sobre la supervivencia del euro y proteger a los socios de las turbulencias generadas por estas especulaciones. Además, explicó que desde su puesta en marcha a primeros de agosto la «confianza» en los parqués ha aumentado «visiblemente». Los expertos más optiministas sugieren que el programa no tendrá que aplicarse jamás porque el banco central ya ha garantizado el futuro de la moneda única.

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