España lucha para no perder 20.000 millones en los presupuestos de la UE
Van Rompuy plantea un tijeretazo en las ayudas agrícolas y en los fondos de cohesión.
Los Veintisiete velan armas para la batalla del billón de euros, la imponente cantidad que corona el presupuesto plurianual del bloque.
A partir del próximo jueves, los socios comunitarios se sumergirán en una cerrada pugna en la que España tiene mucho que perder. Existen distintas propuestas sobre la mesa, pero la defendida por el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, privaría a las arcas españolas de casi 20.000 millones en el periodo 2014-2020. Apoyado en una estrategia de geometría variable con Francia como gran referencia, el Gobierno se volcará para proteger las ayudas agrícolas y los fondos de cohesión, los dos capítulos que más dinero han reportado a España desde su ingreso en 1986.
La lucha se presenta díficil para el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Según fuentes europeas, el Gobierno acude a la cumbre de la próxima semana con un planteamiento «esquizofrénico» derivado de la actual crisis. Mientras que en España ha sacado adelante profundos recortes, en Bruselas deberá esforzarse para que el nuevo presupuesto sufra la menor poda posible
A esta situación se une su delicada su posición frente a los mercados y el respaldo financiero que recibirá a partir de diciembre para sanear la banca. El listado de puntos débiles se completa con un hecho inevitable Tras años beneficiándose del dinero europeo, el país pasará a convertirse en contribuyente neto y aportará más de lo que reciba.
Más allá de las dificultades propias, España se enfrentará a unas negociaciones que le llegan con el punto de partida muy cuesta arriba. En un intento por evitar el bloqueo de Reino Unido, Suecia y otros países del Norte, Van Rompuy ha apostado por una propuesta muy restrictiva.
El presidente de la Unión ha metido la tijera a conciencia en las cuentas y aboga por fuertes descensos en la Política Agraria Común (PAC) y en los fondos de cohesión que fomentan el desarrollo de las regiones. Si el planteamiento saliera adelante, las arcas españolas perderían casi 20.000 millones en comparación con el periodo actual (2007-2013)