Se resisten a aportar capital
Economía solo adquiere el compromiso de los inversores extranjeros para entrar en Sareb con deuda
El Ministerio de Economía ha alcanzado "acuerdos verbales" con varios fondos internacionales para que participen en la Sociedad de Gestión de Activos procedente de la Reestructuración Bancaria (Sareb), si bien sólo ha logrado arrancar este compromiso para entrar a través de deuda y no con capital, según han informado a Europa Press en fuentes financieras.
El departamento que dirige Luis de Guindos trata de extender este compromiso al capital del 'banco malo' en los contactos que mantiene con varios fondos en los últimos días. Pero los inversores extranjeros se resisten a aportar dinero en efectivo al echar en falta "precios más agresivos" en el traspaso de activos, lo que elevaría la rentabilidad de la sociedad presidida por Belén Romana por encima del 14% estimado para sus 15 años de vida.
"No es viable que los fondos extranjeros se interesen en el capital del 'banco malo'", han enfatizado las mismas fuentes. Los inversores internacionales sí que ven, por el contrario, rentable el cupón del 8% que ofrece Economía para la deuda subordinada. También aceptan el interés del 2% más 200 puntos básicos que renta la deuda 'senior'.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha dado de plazo hasta febrero para convencer a los fondos internacionales. Para esa fecha, espera contar con el compromiso de que aporten 500 millones de euros, el 10% de los recursos propios del 'banco malo'. Economía intenta que la mayor parte de esta cantidad se aporte en capital, aunque por el momento sólo ha logrado un compromiso de deuda.
El 'banco malo', que prevé estar en pleno funcionamiento en una semana, necesita cubrir 2.200 millones de capital privado antes de que finalice este año. El mercado da por hecho que la gran banca española participará en la Sareb, para lo que aportaría 500 millones en capital y unos 1.200 millones en deuda.
En total, la Sareb tendrá unos fondos propios de 5.000 millones, de los que 1.000 millones serán capital directo -que aportarán los accionistas que se incorporen al capital- y el resto (4.000 millones) deuda subordinada.