Rato culpa a Zapatero y a Rajoy de la debacle económica de Bankia

Ninguna responsabilidad en la mayor debacle financiera de España. Este es el mensaje con el que Rodrigo Rato, expresidente de Bankia, se presentó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Fue el Gobierno al cambiar las reglas del juego, aseguró, el que provocó que el banco pasará del beneficio de 308 millones en el 2011 que él mismo había anunciado (sin el visto bueno del auditor Deloitte) a las pérdidas de más de 3.000 millones desveladas por los nuevos gestores.

Todo un ejercicio de elusión de responsabilidades a pesar de que el grupo va a perder unos 19.000 millones este año, de que su matriz BFA va a recibir 17.959 millones de ayudas europeas antes de enero (de los que 10.700 irán a la filial y adicionales a los 4.465 millones ya aportados por España) y de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ultima inyectar una ayuda extraordinaria y temporal a Bankia para que no acabe el año en situación de insolvencia.

En una prolija declaración de más de tres horas, Rato defendió que el banco no tiene un agujero, "sino que el dinero se ha distribuido de otra manera". Los "ingresos y los gastos" del 2011 estimados bajo su mandato y con su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri, "son los mismos".

Como este verano en el Congreso, alegó que a finales del 2011 Europa dictó medidas de capitalización "más exigentes". Por ello, presentó un primer plan de recapitalización al Banco de España. En febrero, el Gobierno de Rajoy impuso medidas de saneamiento al sector (más provisiones) y reclamó a Rato un nuevo plan, que el supervisor aprobó el 17 de abril. El 4 de mayo, continuó, el Ministerio de Economía le exigió un nuevo plan con unas previsiones de "mucho estrés". La propuesta de Rato pasaba por recibir otros 7.000 millones en ayudas y durante dos días lo negoció con el Gobierno. Pero Economía rechazó la propuesta, y ello le llevó a dimitir el 7 de mayo.

También contra Zapatero

Rato también lanzó dardos contra el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Las exigencias de sus autoridades económicas, alegó, le llevaron a adelantar la salida a bolsa a junio del 2011 como mejor forma de obtener el capital que le exigían. Este debut en el mercado coincidió con un "ciclo económico muy malo", añadió para justificar la caída de las acciones. También culpó al Banco de España durante el mandato de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (nombrado por el PSOE) de conminar la fusión de las siete cajas (incluída la muy maltrecha Bancaja) que dieron lugar a Bankia.

El grupo recibirá la semana que viene la mayor ayuda otorgada a una empresa española. La inyección de casi 18.000 millones irá a parar a BFA. Bankia realizará a primeros de año una ampliación de capital que cubrirá su matriz con esos fondos. Con este esquema, sin embargo, el banco cotizado cerraría el año con un nivel de capital inferior a los mínimos legales exigidos. Por ello, el FROB está ultimando la inyección de una ayuda temporal y extraordinaria a Bankia, que le permita cerrar el ejercicio en situación de solvencia. "Estará capitalizada con un instrumento que cumpla las condiciones y que luego pueda ser sustituido por capital [léase, acciones]", aseguraron ayer fuentes del Banco de España.

Otras fuentes apuntaron que lo más probable es que Bankia reciba bonos convertibles en acciones, los conocidos como cocos, por los que tendrá que pagar un interés presumiblemente superior al 8% durante unos meses, hasta que se produzca la ampliación de capital.

Pérdidas de accionistas

El FROB, además, ultima la valoración del grupo, que fijará que porcentaje del capital de banco mantienen los accionistas minoritarios. Es probable que se dé a conocer hoy y en todo caso les quedará un porcentaje muy inferior a su actual 48%. "Puede ser que los accionistas conserven algo de valor, pero van a tener una dilución fuerte", confirmó el Banco de España.

Mientras duró la declaración de Rato, cerca de 200 personas, en su mayoría jubilados, se concentraron a las puertas de la Audiencia y corearon distintos gritos como "chorizo" y "ladrón". También pidieron recuperar el dinero que han invertido en preferentes. El expresidente de Bankia abandonó la sede judicial por el garaje en un Seat León a toda velocidad mientras los concentrados le arrojaban las pancartas que portaron durante toda la tarde.