Un Erasmus solo para las pymes
El Gobierno quiere que las grandes empresas tiren de las demás en los contratos internacionales ya que el stock de capital en el extranjero representa el 50% del PIB.
Las exportaciones y la internacionalización de las empresas han amortiguado el impacto de la recesión en España y la debilidad de la demanda interna permitiendo que el sector exterior fuera uno de los pocos motores, si no el único, del crecimiento económico. Pero sigue teniendo debilidades estructurales sin corregir. Las grandes empresas españolas han incrementado su inversión en el exterior de tal manera que ahora el stock de capital en el extranjero representa alrededor del 50% del PIB español cuando en 1996 apenas suponía el 3%. Y las exportaciones han llegado a crecer a tasas de dos dígitos, aunque ahora se haya debilitado este impulso por la crisis de la eurozona.
Pese al camino recorrido, permanece una asignatura pendiente: que las pymes salgan fuera. La internacionalización es, sobre todo, un triunfo de las grandes empresas españolas. Aunque el número de empresas exportadoras ha crecido ininterrumpidamente en los últimos años hasta las 122.987, sólo 37.000 —menos de la tercera parte— exportan con regularidad. Y no sólo eso. El 4% de las empresas exportadoras representan el 86% del total de las ventas al exterior nacionales. Y el 62% de las compañías que colocan sus productos fuera sólo suman el 0,2% del total exportado, con un volumen medio de facturación exterior inferior a 25.000 euros.
Por eso, desde el Gobierno y desde diversos ámbitos empresariales se intenta encontrar la fórmula para que las pequeñas y medianas empresas lleguen a los mercados internacionales.
El Gobierno quiere que las grandes empresas «tiren» de las pymes cuando consigan contratos en el exterior. También el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) va a poner en marcha un programa de ‘apadrinamiento’, mediante el cual las empresas del IEF que ya cuentan con una amplia experiencia internacional puedan asesorar y ayudar a las empresas familiares inexpertas en este campo.
Diversificación
El 95% de las empresas del IEF tiene presencia en el exterior y una de cada cuatro está presente en los cinco continentes. La apertura de esas redes internacionales a las compañías ligadas al Instituto beneficiará 1.100 empresas, según el IEF.
La diversificación geográfica y material de las exportaciones es otra de las asignaturas pendientes. La Unión Europea —que entró en recesión en el tercer trimestre de 2012— es el destino del 70% de las exportaciones españolas. Esto ha provocado que el fuerte ritmo de incremento de las exportaciones en 2010 (11,3%) se haya debilitado hasta quedar por debajo del 5%. Por otra parte, la mayor parte de nuestras exportaciones están concentradas en los sectores de bienes de equipo, automóvil, alimentación y productos químicos, y el 44% de los bienes exportados son de contenido tecnológico bajo o medio-bajo (en Alemania este tipo de productos representa sólo el 29% del total). Pero el principal problema que en estos momentos se encuentran las empresas españolas que quieren internacionalizarse es la falta de financiación. Los mercados financieros exteriores penalizan la marca España y las entidades nacionales han cortado el grifo hasta culminar la reestructuración.
El gasto público en apoyo a la internacionalización superó en España los 1.200 millones en 2011, de los que la administración central aportó el 79%, los organismos de ámbito autonómico el 12% y las Cámaras de Comercio, el 9%. En 2012, ese presupuesto total se redujo un 35%.
Cataluña es la comunidad autónoma líder en exportación de bienes, con el 26% del total,seguida de Madrid y Andalucía, ambas con una cuota del 11%. Sin embargo, Navarra es la única autonomía cuyo ratio de exportaciones sobre el PIB regional es superior al 4%, una medida que dice mucho más sobre el esfuerzo empresarial en el exterior. A continuación figuran el País Vasco, Galicia, Cataluña y Aragón.