Diario de León

Qué hacer ante un año perdido

El arranque del 2013 confirma los peores augurios: la inflación rebasa la media de la zona euro, se hunden inversión y consumo. Los expertos aportan ideas.

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m. j. alegre | (colpisa) madrid

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El Gobierno no quiere hablar de brotes verdes en la economía española. Tampoco tiene motivos. En el arranque del 2013 se han confirmado los peores augurios. El Instituto Nacional de Estadística acaba de elevar en una décima su primera estimación de inflación. Con datos de enero, los precios están subiendo en España a un ritmo del 2,7%, siete décimas más que en el promedio de los socios del euro.

Es un lastre para la competitividad, y una evolución poco compatible con una economía en franca recesión. El sector exterior es la única referencia positiva que se puede exhibir.

Desde Europa

El 2013 será otro año perdido. El Gobierno, aunque rechaza de plano cualquier acusación de fatiga reformista, dosifica los cambios a cuentagotas, y no acaba de anunciar ese calendario a medio plazo que le ha reclamado el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. La oposición le acusa de estar ocupado con otros conflictos, con los asuntos de corrupción en primer plano. Al margen de las grandes reformas, fiscal, energética o de pensiones, ¿qué se puede hacer para no desperdiciar el tiempo?. Y, sobre todo, ¿qué iniciativas están alcance de las empresas de menor tamaño?

Hay acciones que se pueden emprender ya, coinciden Luisa Alemany, directora del Instituto de Iniciativa Emprendedora de la escuela de Negocios Esade y Ofelia Martín, al frente del Departamento de Economía del Círculo de Empresarios. «De la crisis saldremos con una internacionalización de la economía», afirman ambas. Esade, Junto a la Fundación Príncipe de Girona, ha sugerido 30 recomendaciones en su informe Aprender a emprender . Y el Círculo de Empresarios acaba de publicar sus Propuestas de crecimiento económico desde la perspectiva de la empresa española .

Alemany aporta ideas sencillas, en las que el Estado no tendría que aportar recursos. La internacionalización de las pymes se suele ver obstaculizada por el desconocimiento de la lengua y del país de destino, sobre todo cuando se trata del área de los emergentes. «En España tenemos tres de las mejores escuelas de negocios del mundo», evoca. Y añade que algunos de sus mejores alumnos, indios, por ejemplo, estarían felices de obtener un visado para trabajar por tiempo limitado en empresas españolas, a las que podrían aportar su conocimiento. ¿No tendría sentido engancharse al grupo de países que buscan captar talento cuando estamos ofreciendo incentivos como permisos de residencia a cambio de la compra de pisos?.

Hay otras coincidencias entre Alemany y Martín. Las dos destacan la importancia de aprovechar al máximo los cambios ya introducidos. Alemany defiende, eso sí, que las medidas para fomentar el emprendimiento sean más generosas. Las dedicadas a favorecer a los emprendedores, como la rebaja de cotizaciones sociales —argumenta—, se están adoptando con severos límites de edad, para empresas muy pequeñas y por plazos acotados. Alemany reconoce que cualquier acción que abarate el despido es considerada muy negativa por la sociedad.

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