Merkel, Barroso y Hollande hablan de competitividad pero no de Nicosia
La canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso se volvieron a reunir, esta vez en Berlín, para continuar con sus debates sobre cómo mejorar la competitividad y el crecimiento en la Unión Europea. El presidente de la Comisión Europea evitó referirse directamente al reciente rescate de Chipre pero alertó de que «aunque se han dado avances en países para mejorar las cosas, la crisis persiste como reflejan las malas perspectivas de crecimiento, las cuotas de desempleo y los últimos acontecimiento en Chipre».
Merkel echó mano en esta ocasión de 15 altos empresarios representantes de la Mesa redonda de industriales europeos (European Round Table of Industrialists), una organización que reúne a los responsables de las 50 mayores multinacionales europeas que dan empleo a cerca de 6,8 millones de personas y con un volumen de negocio conjunto de más de un billón de euros, para intentar convencer a su vecino de la necesidad de emprender reformas para salir adelante. En una breve comparecencia antes de la reunión, dejaron claro que para relanzar el crecimiento y la competitividad será necesario invertir en I+D, formación, nuevas tecnologías y energía «a un precio asequible», como destacó el presidente de la Mesa redonda de industriales europeos, Leif Johansson. Merkel abogó a favor de mercados abiertos para fortalecer la competitividad de Europa. «Europa quiere mercados abiertos. A través de mejores oportunidades en el ámbito de las exportaciones aseguraremos también los puestos de trabajo», declaró al mismo tiempo que aseguró que «Europa seguirá protegiendo el euro, como lo acaba de hacer con Chipre».