Alemania rechaza que se le pida resolver «los problemas de otros»

Una de cal y otra de arena, y «respetuoso» apoyo a la política económica del Gobierno. Así se saldó ayer la reunión que mantuvo en Loja (Granada), el ministro de Economía, Luis de Guindos, con su homólogo alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, la tercera en apenas un año tras las citas del 2012 en Santiago de Compostela y Berlín. Entonces la prioridad era la unión bancaria europea, todavía no aprobada. Ayer, el principal punto de su encuentro fue un plan para allegar financiación privada a las pymes, que representan más del 93% del tejido societario en España y generan más del 60% del empleo.

Precisamente por su gran importancia y potencial, unido a sus dificultades de financiación, Alemania y España han acordado un proyecto piloto para desbloquear esas líneas de crédito. Poco avanzó De Guindos al respecto de un plan que, en principio, será presentado dentro de un mes y para el cual ambos gobiernos han designado ya sendos representantes específicos que lo desarrollen.

Según el ministro, ya ha habido contactos con inversores españoles, alemanes e incluso de terceros países que han mostrado su interés. No concretó, sin embargo, qué volumen de capital se podría mover, ni cuántos puestos de trabajo se podrían generar con esas aportaciones.

En las últimas fechas han arreciado las críticas contra el Gobierno alemán por el mantenimiento férreo de las políticas de austeridad en la UE.

«Entendemos las criticas dentro de la diversidad de opiniones que existen a nivel europeo», declaró el titular de Finanzas alemán, aunque se mostró en «desacuerdo» con la tesis creciente de que si la principal economía de la Unión «impulsara un crecimiento más fuerte, esto disminuiría los problemas» del resto de socios comunitarios. Schäuble lanzó incluso un aviso a navegantes, acaso pensando en los países del sur: «en general, no creemos que sea una recomendación adecuada pedir a otros (a Alemania, en este caso) que resuelvan nuestros problemas».