El FMI presiona a España con otra reforma laboral y la bajada de salarios
De Guindos niega que Europa le exija prorrogar el rescate español.
El Fondo Monetario Internacional reconoce los pasos dados por España hacia la estabilización económica pero advierte de que es necesario incidir más en la devaluación interna y modificar el mercado laboral para reducir «unas tasas de desempleo inaceptables».
Según el último informe del FMI sobre los desequilibrios de las nueve economías del G-20, España se enfrenta todavía al riesgo de un periodo prolongado de bajo crecimiento y a las consecuencias de una fuerte tensión fiscal.
«La economía española está ajustando su déficit externo hacia un superávit creciente, pero la elevada deuda pública continúa aumentando debido al crecimiento débil», advierte el organismo.
El FMI insiste en el riesgo de que la economía española continúe en recesión en medio de unos «niveles inaceptables de desempleo, aunque hay signos de estabilización económica».
«Los riesgos centrales son un prolongado período de bajo crecimiento y alto desempleo, la presión fiscal y las vulnerabilidades del sector privado», apunta.
«Las políticas deberían centrarse en la generación de empleo y el crecimiento: hacer que el mercado de trabajo sea más flexible e inclusivo, ayudando al desendeudamiento del sector privado, apoyando el crédito, salvaguardando la estabilidad financiera, y reduciendo al mínimo la carga para el crecimiento en la inevitable consolidación fiscal», añade.
El FMI también apunta que es fundamental para la recuperación de España un avance más rápido hacia la unión bancaria completa a nivel europeo, ya que las vulnerabilidades fiscales de España continúan siendo altas ante la posibilidad de un resurgimiento de las tensiones financieras en la eurozona.
«Alcanzar la necesaria consolidación fiscal mientras se gestiona una economía muy débil es difícil, ya que ajustar demasiado o con medidas de mala calidad puede agravar la recesión y que sea más complicado cumplir con los objetivos», agrega el informe.
Ayer, el ministro de Economía, Luis de Guindos, volvió a ratificarse en que España no pedirá una prórroga del rescate financiero de hasta 100.000 millones otorgado por la troika (Comisión, BCE y FMI) a mediados del 2012 y que expira el 31 de diciembre. Se han utilizado 41.000 pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy considera que el objetivo se ha cumplido. Bruselas, sin embargo, alberga dudas sobre qué hacer, sobre la idoneidad de mantener viva alguna línea de ayuda en caso de nuevas turbulencias financieras en los mercados en 2014.
Esperar a noviembre
«En absoluto», contestó ante la pregunta de si España pedirá nuevos programas de asistencia. La decisión se tomará en noviembre. Y dijo que «no ha recibido presiones» para pedir la prórroga del rescate y aclaró que España es una de las economías más saneadas de la UE: «Hoy, nuestros bancos tienen mucho más capital y muchas más provisiones para hacer frente a los activos problemáticos. Las instituciones comunitarias tienen que estar satisfechas. Las injustificadas dudas sobre nuestra economía que obligaron a pedir la ayuda ya no existen.
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se mostraron ayer divididos ante la respuesta adecuada para coordinar la reestructuración y liquidación de bancos en la zona del euro, cinco años después de la caída de Lehman Brothers que marcó el inicio de la crisis.
El principal problema, más allá de los análisis legales, es el poder que este texto otorga a la Comisión Europea, que sería la encargada de decidir, en última instancia, si un banco en dificultades debe ser reestructurado o liquidado.