España se examina hoy con la Troika
Los ‘hombres de negro’ del FMI llegan a Madrid para inspeccionar las cuentas de Rajoy. Bruselas impondrá una prórroga del rescate si el Gobierno incumple el déficit.
El cuarto y penúltimo examen de la temida troika a España comenzará hoy con la visita de los ‘hombres de negro’ del Fondo Monetario Internacional (FMI), que harán de avanzadilla de los técnicos de la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) que llegarán a Madrid el día 23 para entrevistarse con responsables del Banco de España y el Ministerio de Economía. Una visita que se presume clave para intentar discernir si el Gobierno de Mariano Rajoy, pese a oponerse, verá prorrogado el rescate financiero de hasta 100.000 millones que recibió a mediados del 2012 y de los que ha utilizado en torno a 41.000. Del resto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró tajante en Lituana, en la reunión del Eurogrupo y el Ecofin, que no usarán ni un euro más. «En absoluto», apostilló.
Su contundencia dista mucho de la prudencia y la indefinición de Bruselas, cuyos funcionarios admiten ‘sotto voce’ la conveniencia de mantener «algún tipo de acompañamiento» —no se sabe cuál— a modo de blindaje en caso de que las turbulencias retornen a los mercados en el 2014.
La decisión definitiva se tomarán el 15 de noviembre, como confirmó el sábado Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo —reúne a los ministros económicos de la zona euro—.
«Aún es pronto para decidir sobre el asunto», incidió el vicepresidente económico comunitario, Olli Rehn, antes de recordar a España que no tiene que levantar el pie del acelerador de las reformas.
Devaluación interna
De Guindos, que negó presiones para pedir la prolongación de la actual línea de crédito —Irlanda seguirá este camino—, se muestra convencido de que la tendencia optimista que adivinan los datos macroeconómicos del país no son flor de un día y que la salud financiera del sector es «mucho mejor» que la que presentan otros socios comunitarios —y no solo los países periféricos— que no han tenido que someterse al estricto chequeo realizado en España y que destapó ese agujero de 41.000 millones de euros.
Al margen de este dinero procedente de Europa, el Estado ha destinado otros 20.000 para reflotar la banca, según el Banco de España.
Todo apunta a que la partida se jugará en la tablero político ya que el presidente del Gobierno quiere presentarse ante las elecciones europeas libre del yugo del rescate para esgrimir una mejoría de la situación que aún tardará en llegar a la economía real, sobre todo al empleo.
Europa no lo tiene claro
Sin embargo, la ortodoxia comunitaria no lo tiene tan claro. Este mismo domingo, un portavoz de Rehn reiteró que «no tienen preferencias por qué vía tomar, que aún es pronto para decidir y negar que el rescate esté vinculado al cumplimiento del déficit en el 2013, previsto en el 6,5%.
«Eso es pura ficción», aseguró ante ciertas noticias publicadas en prensa.
Hoy arrancará el cuarto y penúltimo examen. Y lo hace con el FMI, la institución presidida por Christine Lagarde que el viernes volvió a insistir en la necesidad de que España lleve a cabo una devaluación interna con menos costes laborales para intentar ser más competitivos y parar la sangría del paro (hace unas semanas pidió bajar el 10% los sueldos). La respuesta no se hizo esperar.
«El Ejecutivo no es nadie para decir cuánto tiene que ser o no la devaluación interna. Sólo le corresponde poner el marco en términos de negociación colectiva», aclaró De Guindos, que se felicitó de que «España es seguramente el país de la Eurozona que más competitividad está ganando».