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Sacyr pacta negociar con las autoridades panameñas sobre las obras del Canal

La ministra de Fomento anuncia un compromiso de las partes para buscar soluciones.

Ana Pastor, junto al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, realiza unas declaraciones.

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c. calvar | (colpisa) madrid

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La ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció ayer un acercamiento de posturas entre el consorcio Grupo Unidos Por el Canal (GUPC) —adjudicatario de las obras de ampliación del canal de Panamá y liderado por la constructora española Sacyr Vallehermoso— y la administración del paso marítimo que une los océanos Atlántico y Pacífico para desbloquear un conflicto que tiene en vilo al país centroamericano. Pastor viajó a Panamá para mediar en el problema desatado por la amenaza de las empresas de suspender las obras dentro de dos semanas si las autoridades no abonan los casi 1.200 millones de euros que reclaman los contratistas por sobrecostes.

Pastor, que llegó a la ciudad de Panamá el domingo por la noche, aseguró que las empresas han acordado «sentarse a dialogar para intentar resolver todos los problemas» y se han comprometido a dirimir esas diferencias en el marco del contrato vigente. En virtud de ese contrato, GUPC se adjudicó en julio de 2009 por algo menos de 2.300 millones de euros la construcción de un tercer juego de esclusas, que en principio debían de estar acabadas en octubre 2014 en coincidencia con el centenario del Canal de Panamá —luego su finalización se retrasó a 2015— para adaptar la capacidad de esa marítima al tráfico de buques de hasta 12.000 contenedores, el triple de la carga actual.

El caso

El problema estalló al finales del recién acabado 2013, cuando GUPC amenazó con cancelar el 20 de enero esos trabajos —ya ejecutados al 70%— si el país centroamericano no aporta casi 1.200 millones de euros más en concepto de sobrecostes «imprevistos y sobrevenidos». Una cantidad que atribuye a subidas de precios (del hormigón), a aumentos de impuestos y tasas y a accidentes de tipo geológico e incluso climático que habrían encarecido las obras.

Un argumento que el presidente panameño calificó la semana pasada de «cuentito» al tiempo que anunciaba un viaje inminente a España e Italia para forzar a sus gobiernos a presionar a las empresas.

La mediación de Ana Pastor podría hacer innecesario esa visita a Europa de Martinelli, que ayer se deshizo en elogios a la ministra española, cuya actuación calificó de «muy atinada y muy significativa». «La autoridad del canal y el consorcio GUPC deben de resolver sus problemas a través del arbitraje y según el contrato firmado». «Estamos seguros de que cualquier conflicto será resuelto según los términos estipulados», señaló el mandatario panameño, en línea con lo anunciado por la ministra española.

No obstante, la incógnita de si GUPC suspenderá las obras el 20 de enero si persisten los desencuentros, sigue en el aire. Quizá por ello, tanto Ana Pastor como el embajador de España en Panamá, Jesús Silva, se esforzaron por resaltar el carácter privado del contrato.

A falta de una solución definitiva, Sacyr ha empezado a recuperarse de las pérdidas que sufrió en la Bolsa desde el día que anunció el abandono del proyecto.