Europa alerta del riesgo financiero de las leyes antidesahucio
CE y BCE exigen al Gobierno una firmeza «inquebrantable» para reducir el déficit .
Si alguien pensaba que el reciente fin del rescate bancario suponía un punto y final al exhaustivo control que se hace desde Bruselas del sector financiero se equivocaba de plano. Ayer, la troika volvió a someter al país a un baño de realidad al establecer otra batería de ‘recomendaciones’ para afrontar la era posrescate. Así, entre otras cosas, pide al Gobierno de Mariano Rajoy que vigile que las iniciativas legislativas impulsadas a nivel nacional o autónomico —como en Andalucía— para impedir desahucios no pongan en riesgo la estabilidad financiera; que no permita que vuelvan a venderse a los particulares productos financieros como las preferentes; o que preserve la unidad del mercado de servicios financieros frente a las diferentes leyes autonómicas.
Un conjunto de medidas recogidas en el quinto y último informe de la troika sobre el rescate español —un paquete de ayudas europeas que comenzó a mediados de 2012 y concluyó el pasado día 23—, elaborado a raíz de la visita que los llamados ‘hombres de negro’ realizaron a Madrid a mediados de diciembre.
Un prolijo documento de 35 firmado por la parte europea de la troika —el FMI hace el suyo propio—, y que ya fue analizado y ‘bendecido’ por el Eurogrupo el pasado lunes al constatar una sustancial recuperación de las constantes vitales de la macroeconomía del país.
Hoja de ruta
Allí se detalla la naturaleza del rescate y se analiza la coyuntura actual: la hoja de ruta que debe seguir el Gobierno para cumplir a rajatabla con el déficit, los problemas de las pymes para financiarse, el excesivo endeudamiento del sector público y privado, la necesidad de que el ‘banco malo (Sareb)’ prosiga con las ventas o de que el Estado venda las entidades nacionalizadas cuanto antes para recuperar los recursos adelantados..
Un sinfín de asuntos que convergen en un mismo punto de partida: «la recuperación económica continúa siendo frágil y está sujeta a riesgos internos, como un cambio en el actual entorno financiero o la ralentización de los mercados emergentes como Latinoamérica, donde las empresas españolas están particularmente expuestas», subrayan.
Los ‘hombres de negro’ alaban, eso sí, los logros conseguidos en los 18 meses de duración del programa de asistencia financiera. Concluyen que el Gobierno español ha cumplido su parte, pero lanzan un mensaje claro: «los esfuerzos tienen que proseguir más allá de la finalización del programa» para combatir, en especial, la lacra del desempleo con una segunda ronda de la reforma laboral que el Ministerio de Empleo, de momento, prefiere matizar.