6.205 personas se van de León buscando empleo en otra comunidad
Castilla y León es la segunda autonomía española que en datos absolutos emitió más trabajadores hacia otras comunidades españolas en 2013, en concreto, 30.900, sólo por detrás de Andalucía, con 82.716. Esta cifra refleja el saldo de los contratos de movilidad geográfica de salida de la Comunidad, contabilizados el año pasado, 110.963, con los de entrada, 80.063, según un informe de Randstad. Este datos contrasta con el de Madrid, que encabeza el ranking de autonomías receptoras de empleo, con un saldo positivo de 144.305 contratos.
El análisis de Randstad pone de manifiesto que la mayoría de las regiones se presentan como emisoras de trabajadores. Sólo cinco de las 17 reciben más trabajadores de los que se marchan. Se observa cómo los desplazamientos de los trabajadores a otras provincias por motivos laborales se distribuyen de manera multidireccional de un punto geográfico a otros. Por regiones, la Comunidad de Madrid y Cataluña son las más receptoras de trabajadores, lo que refleja que existe un mayor número de trabajadores que entran a estas comunidades por motivos laborales de los que salen.
Durante 2013, se realizaron 283.730 contratos a personas procedentes de otras provincias en la Comunidad de Madrid, y 139.425 madrileños consiguieron trabajo fuera. Por su parte, Cataluña registra 250.229 entradas con contrato de trabajo y 220.938 salidas, siendo Barcelona el principal eje de movilidad. Ambas regiones cuentan con saldo de movilidad positivo, o sea, reciben más trabajadores de los que se marchan.
En el otro lado de la balanza, se encuentran las comunidades autónomas más emisoras de trabajadores, aquellas en las que existen más personas que se marchan a trabajar a otras provincias que personas que entran y que cuentan con un saldo negativo. Encabeza esta lista Andalucía, con 402.324 contratos a trabajadores que llegan y 485.040 contratos a los que se van. Le siguen Castilla y León, que registra 80.063 entradas y 110.963 salidas; y Castilla-La Mancha, con 134.472 y 161.960 contratos, respectivamente.
Atendiendo al índice de movilidad de salida, las comunidades que cuentan con mayor porcentaje en este campo de estudio son La Rioja (26,9 por ciento), Castilla-La Mancha (28,8 por ciento) y Castilla y León (17,2 por ciento). Los dos primeros casos, La Rioja y Castilla-La Mancha, son especialmente significativos, debido a que doblan la movilidad de tasa de movilidad de salida nacional. Por otro lado, las regiones con menor índice de movilidad son las Islas Canarias (5,6 por ciento), Baleares (7 por ciento) y Madrid (8,3 por ciento). La particularidad de las comunidades autónomas insulares, en cuanto a las dificultades para el desplazamiento entre provincias de sus trabajadores, provoca esta tasa, inferior al siete por ciento en ambos casos.
Por provincias, sólo Soria y Palencia registraron el año pasado un saldo positivo entre los contratos de movilidad efectuados de salida y entrada, en 12.581 y 291, respectivamente. Por el contrario, el resto registraron saldos negativos, con León, 6.205; Burgos, 4.269; Valladolid, 4.007; Salamanca, 3.913; Ávila, 3.837; Zamora, 2.711; y Segovia, 500.